El acceso de
las Mujeres a la educación
Publicado por SoyRadio el 15 de marzo del 2013
Las brechas educativas por condición
de género han tenido que disminuir en nuestro país por una obligación que se
debe cumplir ante organismos internacionales, (Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico OCDE) que han exigido a sus países miembros que
refuercen las condiciones para que las mujeres accedan a la educación y
concluyan los estudios.
La educación es un aspecto muy
importante en la formación de las personas para el fomento de la igualdad y la
equidad y sobre todo para que las mujeres tengamos mas participación en los
diferentes aspectos de la vida de nuestro país, como puede ser el aspecto
económico, cultural, social, demográfico, etc. En los últimos 10 años el
gobierno mexicano se ha dado a la tarea de incrementar la cobertura en los
niveles básicos, como son preescolar, primaria y secundaria, que son los
parámetros que nos miden en la esfera internacional.
Hay datos que nos hablan de logros muy
importantes para esto, por ejemplo el acceso, la asistencia de niños y niñas.
En 2011, según datos del INEGI tomados del documento Mujeres y Hombres en
México 2012-2013, en donde se da una asistencia de casi un 100 porciento de
niños y niñas a la escuela en el grupo de edades de 6 a 11 años.
Menciono la edad porque es muy
importante ver el comportamiento que se genera. Entre más pequeña la población
estudiantil mas va a la escuela, en las edades hasta los 14 años estamos por
encima de un 90 porciento de estudiantes de primaria y secundaria que asisten
cotidianamente a sus clases. Pero en la medida que aumentan las edades
disminuye la asistencia y permanencia en los planteles educativos, y empiezan a
darse las brechas por género. De cada 100 personas, de entre 15 y 17 años de
edad: 72 van a la escuela y es muy parejo el comportamiento de niñas y niños.
Sin embargo lo preocupante es cuando
están entre los 18 y 24 años de edad ( H 33.5 Y M:31.6%) y de 15 a 29 años (H: 7.8 y M:6.4%) es decir
que cuando ya están en nivel medio superior y superior son pocos los que
asisten y concluyen un grado académico. A estos datos le tenemos que agregar
que en las poblaciones pequeñas son aún mas donde los infantes no van a la
escuela, y las niñas menos. Entre más
grandes las comunidades más asistencia hay de estudiantes.
Somos una población en lo general de
bajos niveles de estudio, por ejemplo en el 2011 de “cada 100 hombres 6 no
tienen ningún tipo de estudio, 34 tienen al menos un grado aprobado en primaria
o tienen uno o dos años en secundaria, 23 terminaron la secundaria y 37
lograron aprobar al menos un grado de bachillerato o en estudios superiores.”
Para el caso de las mujeres: de cada
100 8 no lograron acceder a estudios formales, 35 no acabaron la primaria, 22
terminaron la secundaria y 35 tienen al menos un grado aprobado de bachillerato
o de educación superior.
La desventaja por sexo podría no ser
significativa.
Sin embargo lo es cuando vemos que
cada vez menos mujeres concluyen un grado académico, los grupos más vulnerables
son de más de 15 años de edad y que al cruzar datos nos muestra que las mujeres
deben abandonar sus estudios por razones evidentemente culturales, porque si se
embarazó debe salirse de la escuela para cuidar la bebé o para trabajar o para
cumplir alguno de los roles socialmente establecidos. Por acceso a la educación
que fue un compromiso establecido en la Plataforma de Acción de Bejing sobre
“aumentar el acceso de las mujeres a la formación profesional, la ciencia y la
tecnología y la educación permanente “ vamos un poco atrasados como país.
Los datos del INEGI nos dan un
panorama sobre la tendencia cultural que tenemos para que las niñas, y
adolescentes selecciones una carrera. Sigue prevaleciendo carreras para hombres
y otras para mujeres. Por ejemplo de las 10 carreras mas cursadas: Ingeniería
mecánica, el 94.1 porciento es por hombres con una presencia de apenas un 5.9
de mujeres, casi muy parecido están Ingeniería industrial, Arquitectura,
Ingeniería en computo o sistemas. Y carreras de mujeres: Ciencias de la
educación y Psicología en la que la
matricula de hombres apenas es de un 20.9 porciento. Se inscriben en lo general
menos mujeres a una carrera, pero los datos es que si la concluyen y están
alcanzando mejores niveles de escolaridad que ellos.
Todo bien, pero habrá un pero, ¿verdad?
Y es que hay un curriculu oculto en la
educación media superior:
Se han tejido
las relaciones de poder en los espacios educativos, específicamente en los
universitarios, en el manejo de las jerarquías, de las relaciones de poder, que
van más allá del sexo de los estudiantes inscritos, sino de los planes de
estudio, de las alianzas que se llevan a cabo para que continúen los hombres
como intérpretes de la realidad social en el medio de la docencia y la
investigación y cómo repercute eso en la transmisión del conocimiento a las
nuevas generaciones.
Inmujeres además logró que se insertara en los
compromisos del gobierno federal de la administración de Vicente Fox la
promoción del respeto a la diversidad en los espacios educativos, al margen de
prejuicios y discriminaciones, además de fomentar la imagen de las mujeres,
respetuosa y sin estereotipos en los ámbitos culturales, deportivos y de medios
de comunicación.
Por lo que desde 2002 se celebró un acuerdo de
colaboración que formalizó el compromiso de la inclusión de la perspectiva de
género, por ello se creó la Red Nacional de Enlaces Académicos de Género.
Se requieren cambios tangibles en :
a) Demográfico:
en cuanto a la matricula.
b) Creación
de nuevas áreas académicas de género.
c) Institucional,
sobre las jerarquías inequitativas y la desigualdad, diseño de políticas
educativas y de toma de decisiones.
d) Epistemológico,
en cuanto a las visiones patriarcales y androcéntricas implícitas n los
conocimientos y las formas tradicionales de enseñanza aprendizaje.
La posición de las
mujeres se modifica en el ámbito académico por decisiones que no son inherentes
a los cambios que se gestan en el mundo sobre la equidad de género, sino por el
establecimiento de políticas públicas, las universidades han entrado en este
esquema de equidad de género por razones de ser vistas como espacios
democráticos y de fomento a la igualdad entre las personas. Sin embargo tanto
por lo que he leído, que me abrió una perspectiva teórica importante para
determinar porque se gestan las visiones androcéntricas en el espacio
universitario, y por lo que vivo como catedrática en la Universidad Autónoma de
San Luis Potosí, institución que abrió esquemas de inclusión de género hace un
par de años, pero que siguen una tendencia de hacer lo políticamente correcto,
sin modificaciones en los espacios de decisión.
Se constituyó un Observatorio
de equidad de género que se dedica a hacer un ciclo de conferencias anuales
sobre igualdad entre hombres y mujeres, así como a asistir y publicar
documentos con datos e investigaciones sobre el comportamiento de la sociedad y
no de la comunidad universitaria, lo que inhibe las transformaciones que
requerimos en ese ámbito.
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