lunes, 5 de mayo de 2014

El acceso de las Mujeres a la educación, por Gloria Serrato


El acceso de las Mujeres a la educación
Publicado por SoyRadio el 15 de marzo del 2013


Las brechas educativas por condición de género han tenido que disminuir en nuestro país por una obligación que se debe cumplir ante organismos internacionales, (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE) que han exigido a sus países miembros que refuercen las condiciones para que las mujeres accedan a la educación y concluyan los estudios.

La educación es un aspecto muy importante en la formación de las personas para el fomento de la igualdad y la equidad y sobre todo para que las mujeres tengamos mas participación en los diferentes aspectos de la vida de nuestro país, como puede ser el aspecto económico, cultural, social, demográfico, etc. En los últimos 10 años el gobierno mexicano se ha dado a la tarea de incrementar la cobertura en los niveles básicos, como son preescolar, primaria y secundaria, que son los parámetros que nos miden en la esfera internacional.

Hay datos que nos hablan de logros muy importantes para esto, por ejemplo el acceso, la asistencia de niños y niñas. En 2011, según datos del INEGI tomados del documento Mujeres y Hombres en México 2012-2013, en donde se da una asistencia de casi un 100 porciento de niños y niñas a la escuela en el grupo de edades de 6 a 11 años.

Menciono la edad porque es muy importante ver el comportamiento que se genera. Entre más pequeña la población estudiantil mas va a la escuela, en las edades hasta los 14 años estamos por encima de un 90 porciento de estudiantes de primaria y secundaria que asisten cotidianamente a sus clases. Pero en la medida que aumentan las edades disminuye la asistencia y permanencia en los planteles educativos, y empiezan a darse las brechas por género. De cada 100 personas, de entre 15 y 17 años de edad: 72 van a la escuela y es muy parejo el comportamiento de niñas y niños.

Sin embargo lo preocupante es cuando están entre los 18 y 24 años de edad ( H 33.5 Y M:31.6%)  y de 15 a 29 años (H: 7.8 y M:6.4%) es decir que cuando ya están en nivel medio superior y superior son pocos los que asisten y concluyen un grado académico. A estos datos le tenemos que agregar que en las poblaciones pequeñas son aún mas donde los infantes no van a la escuela, y  las niñas menos. Entre más grandes las comunidades más asistencia hay de estudiantes.

Somos una población en lo general de bajos niveles de estudio, por ejemplo en el 2011 de “cada 100 hombres 6 no tienen ningún tipo de estudio, 34 tienen al menos un grado aprobado en primaria o tienen uno o dos años en secundaria, 23 terminaron la secundaria y 37 lograron aprobar al menos un grado de bachillerato o en estudios superiores.”
Para el caso de las mujeres: de cada 100 8 no lograron acceder a estudios formales, 35 no acabaron la primaria, 22 terminaron la secundaria y 35 tienen al menos un grado aprobado de bachillerato o de educación superior.
La desventaja por sexo podría no ser significativa.

Sin embargo lo es cuando vemos que cada vez menos mujeres concluyen un grado académico, los grupos más vulnerables son de más de 15 años de edad y que al cruzar datos nos muestra que las mujeres deben abandonar sus estudios por razones evidentemente culturales, porque si se embarazó debe salirse de la escuela para cuidar la bebé o para trabajar o para cumplir alguno de los roles socialmente establecidos. Por acceso a la educación que fue un compromiso establecido en la Plataforma de Acción de Bejing sobre “aumentar el acceso de las mujeres a la formación profesional, la ciencia y la tecnología y la educación permanente “ vamos un poco atrasados como país.

Los datos del INEGI nos dan un panorama sobre la tendencia cultural que tenemos para que las niñas, y adolescentes selecciones una carrera. Sigue prevaleciendo carreras para hombres y otras para mujeres. Por ejemplo de las 10 carreras mas cursadas: Ingeniería mecánica, el 94.1 porciento es por hombres con una presencia de apenas un 5.9 de mujeres, casi muy parecido están Ingeniería industrial, Arquitectura, Ingeniería en computo o sistemas. Y carreras de mujeres: Ciencias de la educación  y Psicología en la que la matricula de hombres apenas es de un 20.9 porciento. Se inscriben en lo general menos mujeres a una carrera, pero los datos es que si la concluyen y están alcanzando mejores niveles de escolaridad que ellos.
Todo bien, pero habrá un pero, ¿verdad?
Y es que hay un curriculu oculto en la educación media superior:
Se han tejido las relaciones de poder en los espacios educativos, específicamente en los universitarios, en el manejo de las jerarquías, de las relaciones de poder, que van más allá del sexo de los estudiantes inscritos, sino de los planes de estudio, de las alianzas que se llevan a cabo para que continúen los hombres como intérpretes de la realidad social en el medio de la docencia y la investigación y cómo repercute eso en la transmisión del conocimiento a las nuevas generaciones.
Inmujeres además logró que se insertara en los compromisos del gobierno federal de la administración de Vicente Fox la promoción del respeto a la diversidad en los espacios educativos, al margen de prejuicios y discriminaciones, además de fomentar la imagen de las mujeres, respetuosa y sin estereotipos en los ámbitos culturales, deportivos y de medios de comunicación.
Por lo que desde 2002 se celebró un acuerdo de colaboración que formalizó el compromiso de la inclusión de la perspectiva de género, por ello se creó la Red Nacional de Enlaces Académicos de Género.
Se requieren cambios tangibles en :
a)  Demográfico: en cuanto a la matricula.
b) Creación de nuevas áreas académicas de género.
c) Institucional, sobre las jerarquías inequitativas y la desigualdad, diseño de políticas educativas y de toma de decisiones.
d) Epistemológico, en cuanto a las visiones patriarcales y androcéntricas implícitas n los conocimientos y las formas tradicionales de enseñanza aprendizaje.

La posición de las mujeres se modifica en el ámbito académico por decisiones que no son inherentes a los cambios que se gestan en el mundo sobre la equidad de género, sino por el establecimiento de políticas públicas, las universidades han entrado en este esquema de equidad de género por razones de ser vistas como espacios democráticos y de fomento a la igualdad entre las personas. Sin embargo tanto por lo que he leído, que me abrió una perspectiva teórica importante para determinar porque se gestan las visiones androcéntricas en el espacio universitario, y por lo que vivo como catedrática en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, institución que abrió esquemas de inclusión de género hace un par de años, pero que siguen una tendencia de hacer lo políticamente correcto, sin modificaciones en los espacios de decisión. 
Se constituyó un Observatorio de equidad de género que se dedica a hacer un ciclo de conferencias anuales sobre igualdad entre hombres y mujeres, así como a asistir y publicar documentos con datos e investigaciones sobre el comportamiento de la sociedad y no de la comunidad universitaria, lo que inhibe las transformaciones que requerimos en ese ámbito.


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