lunes, 24 de septiembre de 2018

MUJERES EN EL LEGISLATIVO, por Gloria Serrato


MUJERES EN EL LEGISLATIVO
Colaboración para Global Media
24 SEPTIEMBRE 2018.

A las mujeres nos ha costado caro llegar a algún cargo público porque sigue vigente el pensamiento colectivo de que giramos en torno a un hombre y que haremos todo por beneficiarle en sus privilegios. Esta idea arrastra a que muchas mujeres también tengan este tipo de formulación con respecto del trabajo que hacemos y nos conduce a esforzarnos para alcanzar los cargos que durante años han estado en manos de los hombres.

¿Por qué nos sale “caro”? Porque las mujeres debemos estar más preparadas, demostrar no sólo con el curriculum sino con hechos que estamos en condiciones de asumir cargos de la esfera pública. Las mujeres que están en el Gobierno ya sea en puestos de elección popular o en espacios de toma de decisiones no ha sido fortuito, es parte de muchos cambios que han empujado otras mujeres desde la sociedad civil y desde la administración gubernamental.

La Cuota de Género que se alcanzó en la Legislatura pasada con nueve diputadas fue un logro trascendental, porque se contaba con más mujeres que pudieran llevar a tribuna iniciativas que nos beneficiaran a todas. Se quedaron cortas, y fueron muy reducidas las iniciativas que se presentaron, apenas un 16 porciento del total de iniciativas útiles propuestas de todo el Congreso del Estado[1] , de ese númeo una buena parte de los esfuerzos de las legisladoras anteriores se destinó a la reforma del Artículo Tercero de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que tiene que ver con las definiciones de lo qué debemos entender sobre violencia.

Se agregaron numerales que precisaron los siguientes tipos de violencia: laboral, institucional, sexual, en el noviazgo, contra la libre elección del cónyuge, y un bloque de 10 incisos que no son propiamente definiciones y que bien podrían ir en una apartado específico para la no violencia política contra las mujeres.

Se aprobó de último momento varias iniciativas que debieron ser analizados y no sólo acogerse a la propuesta que hace el Instituto Nacional de las Mujeres, o el propio Gobierno del Estado, sino hacer una revisión precisa de las necesidades que en San Luis Potosí se tienen en materia de derechos laborales de las mujeres trabajadoras en el servicio público, estas iniciativas fueron un paquete de 10 proyectos de la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Género, y una fue en el sentido de alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres que laboran en la administración pública y la otra una ampliación que quedó como restricción en la definición del delito de feminicidio.

La primera reforma que se trazó por la legislatura saliente en el Código Penal al artículo 135 del delito de Feminicidio, fue en febrero de 2016 y la llevó a discusión una  diputada del PRI para aprobarse en septiembre de ese año, “ARTÍCULO 135. Comete el delito de feminicidio, quien priva de la vida a una mujer por razones de género. Se considera que existen razones de género cuando ocurra cualquiera de las siguientes circunstancias (…)”[2]  además se agregaron dos párrafos uno sobre la responsabilidad de los servidores públicos, en el que se señala que se sancionará con pena de prisión de cuatro a ocho años, además de multa, destitución e inhabilitación de tres a 10 años para el desempeño de otro puesto público, y el otro en caso de no encuadrar en feminicidio que se juzgue como homicidio.

De última hora se aprobó una nueva modificación al primer párrafo de dicho artículo retomando lo dispuesto en un Amparo directo en revisión el 5267/2014 del 09 de marzo de 2016, en el que se precisa por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que para ese amparo en cuestión era necesario precisar a qué se refiere “por razones de género”, y advierte en dicho documento qué debe entenderse por cuestiones de género y sugiere que debe ir aparejado a la situación de discriminación, desigualdad y la presencia de relaciones de poder entre hombres y mujeres, lo que lleva, dice el documento, a demostrar un sometimiento de la mujer partiendo del odio irracional o no justificado en su contra, y que por tal la deja en completo estado de indefensión, por lo que el párrafo quedó:
“Comete el delito de feminicidio, quien priva de la vida a una mujer por razones de género. Se considera que existen razones de género cuando existan motivos que impliquen discriminación y subordinación implícita y ocurra cualquiera de las siguientes circunstancias, que deberán analizarse con perspectiva de género (…)”.

Pero aún no acaban de publicarse los cambios en el periódico Oficial cuando el ejecutivo ya está preparando otra modificación, y de ser aprobada en los términos en los que está el proyecto, se hace muy complejo que se pueda distinguir si es o no un feminicidio.

La responsabilidad del legislativo es ser el portavoz del pueblo potosino y no lo ha sido.


[1] al respecto ver mi colaboración del lunes 17 de septiembre https://www.globalmedia.mx/articles/-Qu%C3%A9-nos-dejan-
[2] Código Penal del estado de San Luis Potosí , reforma de

lunes, 17 de septiembre de 2018

¿QUÉ NOS DEJAN? LEGISLADORA VAN, LEGISLADORAS LLEGAN, por Gloria Serrato


¿QUÉ NOS DEJAN? LEGISLADORA VAN, LEGISLADORAS LLEGAN
Colaboración para Global Media
17 SEPTIEMBRE DEL 2018.

Cada que empieza una nueva etapa tenemos un renacimiento de esperanza, de planes, de proyectos, de cambiar muchas situaciones para mejorarlas; cada ciclo nuevo es partir no de cero sino de lo que se ha avanzado. Nos pasa con casi todo, cuando cumplimos años, cuando cambia el gobierno, cuando se renuevan las legislaturas.

Esta semana que transcurrió vimos concluir una legislatura que mediáticamente fue la más lastimosa por las decisiones que tomaron y no se excluyó a nadie, porque los 18 diputados y las 9 diputadas estuvieron envueltos en un halo turbio de desvió de recursos, de tráfico de influencias, de acciones de corrupción, de prepotencia, de inexperiencia legislativa, por lo que pareciera que todo el trabajo de tres años estuviera mal realizado, como si sus decisiones incluso para nombrar servidores públicos que correspondían a ese poder no estuvieran hechas en un marco legal o como un mandato del pueblo.

A pesar de las circunstancias que movieron a la legislatura que se fue, es necesario revisar lo que se realizó en materia de género y de derechos humanos de las mujeres. Las grandes asignaturas pendientes fueron entrarle a los temas de matrimonio igualitario, cambio sexogenérico, aborto, tipificar como delito los crímenes de odio.

Las ideas parece que no siempre deben ser nuevas, en palabras de Michel Foucault, (2006)[1]  la historia de las Ideas trata la revisión de los discursos como un domino de dos valores, uno aquello que es inédito, original, algo que no tiene antecedentes, otro, el segundo las ideas triviales, cotidianas, masivas, repetitivas de lo que ya se ha dicho. En el primero de los aspectos se habla de la verdad como desprendida del error, es decir lo innovador revisa lo que se ha hecho en un periodo determinado y que a veces por la propia inercia del tiempo no lo podemos revisar con precisión y nos rebasa, lo que provoca que no haya nada original en lo que llevemos a cabo sino simplemente hacer las cosas que siempre se han hecho.

Desde este enfoque, me refiero al trabajo que realizaron las nueve diputadas locales que les correspondió ser parte de la historia política de San Luis Potosí porque fue con ellas como se consolidó la cuota de género. Como mujeres insertas en una sociedad que ha sorteado la violencia de género, el saldo no les favorece, hasta el 30 de julio de 2018, las mujeres diputadas habían llevado a la agenda legislativa 422 propuestas de iniciativas de reformas y nuevas leyes, de ese total sólo 198 fueron aprobadas y en muchas de ellas primero modificadas nuevamente en comisiones.

El tiempo se les fue, y por ejemplo en el mes de agosto se metieron una decena de iniciativas por parte de la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Género, que eran propuestas no tan nuevas, no tan originales, sino cambios necesarios exigencia del propio Instituto Nacional de las Mujeres.

Tuvimos una legislatura con representación que se denomina sustantiva, eso quiere decir que al representarnos a las mujeres otras mujeres, tenemos la oportunidad de que trabajen a favor de iniciativas de ley que favorezcan los cambios para alentar el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres, tuvimos, como escribiría Foucault , una legislatura con ideas tradicionales en cuanto a proponer cambios sustanciales, por ejemplo les interesó a ocho de las nueve diputadas reformar el Artículo Tercero de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y que tiene ver con las definiciones que de violencia debemos entender y que no derivaron en la propuesta de cambios para su aplicación, salvo lo relativo a violencia institucional, pero que fue propuesta por una magistrada del Tribunal Electoral y que fue víctima de violencia de este tipo.
Un foco de atención fue observar la gran cantidad de iniciativas propuestas tanto por los legisladores como las legisladoras, que sumaron un total de mil 503, hasta el día 30 de julio, de las cuales algunas fueron iniciativas ciudadanas, de ese total el 25 por ciento fueron propuestas de las diputadas, pero tomando en cuenta que se desecharon 224, sólo propusieron iniciativas que derivaron en una reforma, un 16 por ciento. Es una muy limitada actuación con una calidad pobre en cuanto al impacto de beneficio social con dichas reformas.

Hubo dos diputadas que su trabajo final fue más significativo porque la mayoría de sus propuestas de cambios y reformas fueron aprobadas, sin embargo la diputada que en apariencia era las más docta en conocimiento y trabajo en pro de las mujeres y en materia de género, hizo sólo 15 propuestas que aprobaron sus compañeras y compañeros, después de ella sólo hubo otra diputada que tuvo un pobre desempeño con 13 iniciativas aprobadas.

Las mujeres legisladoras tienen un reto muy grande en el desempeño de sus funciones, porque las expectativas de alcanzar la representación sustantiva nos dejó con la percepción de un trabajo que se llevaría a la tribuna en beneficio de todas las mujeres, y le tocó a esta legislatura saliente que se declarara la Alerta de Violencia de Género por parte de la Secretaría de Gobernación y esperábamos que su discurso siempre fuera apostar por cambios en las leyes que alentaran la igualdad real entre hombres y mujeres, y además de que se hicieran reformas que erradicaran la violencia contra las mujeres.

Hubo cambios en el Código Penal del estado que fueron significativos para castigar el feminicidio, delitos sexuales; incluso se propuso y aprobó una Ley de Centros de Justicia para Mujeres que no acaba de consolidarse en la práctica. Se quedaron muchas de las propuestas en las definiciones de violencia contra las mujeres, sin ir al fondo de los cambios que se requieren.



[1] FOUCAULT, Michel, La arqueología del saber, editorial siglo XXI, México, XXII edición 2006, pág. 236-249, Lo original y lo regular.

lunes, 10 de septiembre de 2018

MUNICIPIOS Y SUS OBLIGACIONES ANTE LA VIOLENCIA DE GÉNERO, Por Gloria Serrato


MUNICIPIOS Y SUS OBLIGACIONES ANTE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Colaboración para Global Media
10 SEPTIEMBRE DEL 2018.

La violencia contra las mujeres es una constante en la comunidad en la que vivimos, nuestro entorno inmediato que es el hogar y la escuela, siguen siendo hostiles y violentos para niñas y mujeres, las estrategias y acciones parecen invisibles frente a un problema en aumento y que adquiere nuevos matices en su comportamiento. La violencia feminicida es el último eslabón de una cadena de hechos que han lastimado a las mujeres y que no hubo el acompañamiento y asesoría necesaria para que esto no ocurriera.

Las autoridades deben apoyar a las mujeres que viven violencia con condiciones óptimas de acompañamiento psicosocial para que puedan denunciar los delitos. Es una obligación que deriva de la Convención Belem Do Para en la que se acordó que todos los estados que forman parte reconocen el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado; en México para dar cumplimiento se aprobó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia [1], en el ámbito local también y de ahí derivan las obligaciones de los  municipios.

La autoridad está obligada en por lo menos tres líneas: a) una, relacionada a alcanzar un entorno óptimo para el desarrollo y el progreso, para que un estado con la mayoría de la población femenina se active en los diversos sectores productivos, debe apostar a que las mujeres tengan las condiciones necesarias de salud emocional y física;  b) otra de esas línea, debe cumplir con ordenamientos legales dispuestos en nuestra constitución, leyes, reglamentos, normatividad, además lo señalado en convenios y documentos internacionales de que México es parte; c) otra línea es que los actos violentos que se cometen en contra de la población vulnerable deben prevenirse, atenderse y erradicarse, toda vez que si no se realiza es una clara violación a los derechos humanos de las mujeres.

Con estas líneas, entorno saludable, cumplimiento legal y respeto a los derechos humanos, entre otras más, pero que en este momento considero pertinente resaltar sólo éstas, las autoridades deben diseñar sus estrategias para atender a las mujeres como población vulnerable, y la primera autoridad a la que acuden las víctimas es casi siempre la autoridad municipal, sus elementos policiacos son los primeros respondientes. En las zonas urbanas se hace más complejo porque trabajan de manera simultánea varias autoridades, cosa que no ocurre en el interior del estado y que los municipios normalmente cuentan con pocos elementos de seguridad y vialidad.

Las mujeres de las zonas rurales y semiurbanas acuden a la presidencia municipal para buscar apoyo y es imprescindible que se le ofrezca la información necesaria para que identifique sus necesidades y pueda tomar decisiones acertadas que la conduzcan a denunciar los hechos violentos que vive en su hogar, en la escuela y en su entorno.

En San Luis Potosí, en los últimos dos años el Instituto de las Mujeres apoyó la formación y consolidación de las Unidades de la Mujer en cada ayuntamiento con el objetivo de que puedan ser el primer vínculo para recibir apoyo y acompañamiento, estas acciones que deben elevarse a política pública más allá del ordenamiento legal para evitar que cada cambio de administración municipal se remuevan y se tire por la borda los conocimientos, capacitación y experiencia adquirida de las personas en esas funciones.

La primera autoridad que atiende y apoya a las mujeres que viven violencia y que pueden ser víctimas de violencia feminicida son las autoridades municipales, por tanto deben cumplir con acciones focalizadas y que ya están puntualizadas en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia [2] en su Artículo 29, y que lo primero que se le advierte a la autoridad es que actué con perspectiva de género, situación más complicada porque los alcaldes y alcaldesas no están sensibilizadas en el tema y no es lo mismo perspectiva de género que paternalismo. La ley señala 11 fracciones que se centran en la capacitación al personal para que dé la atención especializada a las víctimas de violencia.

Además una de las obligaciones es que inserten en el Plan Municipal de Desarrollo las estrategias orientadas a prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, y evitar con ello, acciones dispares que no tengan un objetivo claro y que sólo pretendan cumplir con lo políticamente correcto. Las mujeres que viven violencia requieren de un plan sincronizado que sea efectivo para acceder a un acompañamiento y atención integral y no sólo acciones espectaculares que sean mediáticamente llamativas.

Hay dos temas que los municipios han dejado en el olvido y que es impostergable por lo menos para los ayuntamientos que tienen Alerta de Violencia de Género y son apoyar y promover la creación de refugios seguros para las víctimas y la implementación de medidas específicas de reeducación para atender a las personas que han sido agresoras.

Los ayuntamientos salientes contaban con esta base legal y el saldo que nos dejan al concluir sus gestiones es un menosprecio a entrarle a la atención de la violencia contra las mujeres, algunos implementaron medidas furtivas para salir del paso sin nada más.


[1] Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, última reforma 13 de abril de 2018.
[2] Ley de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia, http://congresosanluis.gob.mx/sites/default/files/unpload/legislacion/leyes/2018/08/Ley_de_Acceso_de_las_Mujeres_a_una_Vida_Libre_de_Violencia_31_Mayo_2018.pdf

lunes, 3 de septiembre de 2018

LOS AYUNTAMIENTOS Y LA AVG, por Gloria Serrato


LOS AYUNTAMIENTOS Y LA AVG
Colaboración para Global Media
03 SEPTIEMBRE DEL 2018.

En los últimos ocho meses las estadísticas de muertes violentas de mujeres arroja que una mujer fue asesinada cada semana en San Luis Potosí; los feminicidio se han convertido en una constante que dejan como saldo la desolación e inseguridad para las mujeres, nos deja incertidumbres sobre la implementación de acciones para atender, prevenir, sancionar y erradicar la violencia, nos deja la duda sobre la efectividad de los trabajos realizados por parte de las autoridades estatales y municipales.

Pero el saldo más delicado de los feminicidios es la carencia de respuesta para las víctimas indirectas que son los hijos de las mujeres asesinadas, las madres, los padres, los hermanos, las hermanas; la ayuda inmediata como parte de la respuesta que llevan a cabo las autoridades son sólo un curita para la herida tan grande que tienen las familias que han sufrido la pérdida de una mujer.

La Alerta de Violencia de Género (AVG) está en estatus de #NoLaQuieroVer, así invisible, cómo sí al no ver el problema se resuelva con el tiempo, y al invisibilizarlo da la pauta a que el comportamiento de la violencia feminicida esté variando, han asesinado a mujeres en localidades que no fueron previstas por Gobernación, el vínculo se gesta por la ausencia de estrategias claras, unificadas entre todos los actores involucrados para dar respuesta a las denuncias de violencia familiar.

Las más de 50 familias de las víctimas han esperado 14 meses a que se alcance la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y puedan establecer un plan de acción que dé cumplimiento a lo que solicita la AVG y que son acciones muy concretas y focalizadas en tres medidas: De Seguridad, de Prevención, y de Justicia y Reparación; además de visibilizar la violencia de Género y mensaje de cero tolerancia. Es decir, el Estado debe hacer una estrategia basada en los puntos que señala la Declaratoria, orientados por supuesto a elevarlos a política pública con el propósito de que no sean medidas emergentes sino continuas hasta generar un cambio en las mentalidades de la colectividad sobre el respeto a los derechos humanos de las mujeres.

Los municipios se han hecho a un lado y sólo un alcalde atinó a salir a dar el pésame a los deudos de una de las víctimas, y son los ayuntamientos los que deben estar de la mano en esa coordinación con las autoridades estatales, teniendo como objetivo que se lleven a cabo acciones que efectivamente sean un apoyo y acompañamiento para las mujeres que viven violencia. Sería deleznable que utilicen recursos públicos con el pretexto de resolver la violencia contra las mujeres con proyectos que encarguen a empresas o incluso a asociaciones civiles que se presten a desviar recursos económicos a nombre de las mujeres.

Los ayuntamientos pueden pedir asesoría del Instituto Nacional de las Mujeres y de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) que tienen estrategias ya diseñadas, sustentadas en políticas públicas.

Por ejemplo en 2012 la CONAVIM apoyada en la experiencia de la sociedad civil organizada en materia de acompañamiento y apoyo a víctimas de violencia de género, diseñó una estrategia que denominó Redes Ciudadanas de Actuación en Detección, Apoyo y Referencia en Situaciones de Violencia y Empoderamiento de Mujeres. [1] con el objetivo de lograr que la autogestión comunitaria para la construcción de mujeres empoderadas, y crear redes de apoyo en cada localidad, urbana o rural, y que desde la propia comunidad se hicieran acciones para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres.

Esta idea de las Redes comunitarias se da como generación espontánea de parte de las autoridades de gobiernos como Aguascalientes, Puebla y Estado de México, porque era una manera accesible de trabajar colaborativamente con la sociedad civil organizada, y que fuera desde el propio Estado como se implementara una acción gubernamental orientada a resolver la violencia contra las mujeres.

Así pues en 2009 Aguascalientes se convierte en pionero en crear un Modelo de Redes Comunitarias con lo que denominó Modelo de redes comunitarias para la detección, apoyo y referencia de casos de violencia de género [2] , y con un elemento adicional que era la canalización o referencia de los casos para una atención especializada. En 2012 y tomando como ejemplo el Modelo construido por CONAVIM, el gobierno de Puebla elabora el Modelo de redes municipales para el combate a la violencia comunitaria [3], estrategia que incluía una ruta crítica de atención, es decir ya un proceso que determinara que le correspondía a cada una de las instituciones para atender a las mujeres víctimas de violencia.

Recientemente a principios del año, Toluca en el Estado de México, implementó el Plan de acción para la Red Comunitaria de Mujeres para la Prevención de la Violencia [4]  con la idea central dada por CONAVIM en 2012 pero con esquemas de evaluación y medición de resultados, además con el soporte y apoyo de mecanismos digitales a través de internet.

Y San Luis Potosí se suma a la lista de gobiernos municipales que se inclinan por la organización de redes comunitarias, con una estrategia que el gobierno de Ricardo Gallardo encargó a la asociación Civil Animos Novandi A.C , que tomó fielmente la estrategia de CONAVIM que se recoge en el documento Red Comunitaria de Mujeres por la Prevención de la Violencia [5]. El pago económico por la elaboración e implementación de esta Red es información reservada, es importante que se despeje la posibilidad de que este proyecto se haya utilizado con fines electorales.

Este ejemplo nos sirve para que los otros ayuntamientos que tienen AVG se asesoren con las instancias adecuadas antes de hacer pagos millonarios por proyectos que son acciones de política pública del gobierno federal, que el saldo para apoyar la erradicación de la violencia contra las mujeres no sea el desvió de recursos para favorecer amistades o grupos de origen partidista.




[1] http://www.conavim.gob.mx/work/models/CONAVIM/Resource/309/1/images/PUBLICACION.pdf
[2] http://cedoc.inmujeres.gob.mx/ftpg/Aguascalientes/ags05.pdf
[3] http://cedoc.inmujeres.gob.mx/ftpg/Puebla/PUE_MA9_Redes_Mpales_Viol_Comunit_2012.pdf
[4] http://redmujerestoluca.org/wp-content/uploads/2018/02/PLAN-DE-ACCION.pdf
[5] http://sanluis.gob.mx/wp-content/uploads/2018/07/Redes-comunitarias-de-mujeres.pdf