martes, 30 de abril de 2019


PREVENCIÓN DE VIOLENCIA SEXUAL
DÍA DEL NIÑO Y LA NIÑA
Colaboración para Global Media
29 ABRIL  2019.

¿Cómo festejamos a los niños y niñas? La mejor manera será procurando un entorno favorable para su sano desarrollo libre de violencia.
Esta semana se incorporaron miles de estudiantes a sus clases luego de las vacaciones de primavera, hemos mencionado en este espacio la importancia de prevenir la violencia en niños, niñas y adolescentes, desde accidentes hasta actos de violencia que pueden dejar secuelas para su futuro. A veces quisiéramos que la infancia estuviera en una cápsula para que pudieran crecer sanos y libres de cualquier tipo de violencia.
Señalé en días pasados que en el Informe Mundial sobre la Violencia contra los niños y las niñas (2007)[1] quedó fundamentado que el hogar y la escuela son los espacios en donde se generan actos de violencia que atentan contra su sano desarrollo, que es necesario que veamos nuestra responsabilidad como personas adultas para no solo prevenir sino erradicar todas las formas de violencia contra las personas en crecimiento.
La infancia es la población más vulnerable en razón de su edad, de vivir en condiciones de pobreza, de pertenecer a un grupo étnico, de presentar alguna discapacidad, por ejemplo, de acuerdo con el Informe Anual 2017 UNICEF México [2] ocho de cada 10 agresiones en contra de niñas, niños y adolescentes se presentan en los espacios educativos, en la vía pública y sus propias casas. Además quienes sufren más agresiones físicas y psicológicas son las niña  y las adolescentes.
Es urgente que todas las  personas estemos conscientes de la vulnerabilidad de la infancia, ¿Qué podemos hacer? La comunicación continua y empática entre la familia, recordar que las personas agresoras sexuales buscan niños, niñas y adolescentes cuya familia tiene necesidades emocionales y económicas, con baja autoestima, a quienes se les ha reforzado la idea de que son “malos”, que requieren de afecto, de amor, que son rechazados o aislados por su familia, a quienes su propia familia les tiene etiquetados de que siempre dicen mentiras, que físicamente no se pueden defender, o que sienten que se pueden defender sin ayuda de nadie, y además que ya han sufrido actos de violencia, física, psicológica o sexual.

Las niñas, niños y adolescentes que son víctimas de agresiones sexuales, se pueden enfrentar a agresores que se ganan la confianza porque son cercanos a su entorno, porque les pueden engañar, porque les ofrecen premios, regalos, castigos, les pueden amenazar verbalmente y violencia física en menor escala.
Además le puede construir una idea de amor y por tanto de celos, posesivo, le puede decir que el niño, niña o adolescente es quien seduce, es muy atento.
Como padres y madres de familia podemos darnos cuenta de que algo le está ocurriendo a nuestras hijas e hijos, como por ejemplo la comunicación, que se niegue a conversar, que tenga temores o miedo a situaciones y personas que antes no tenía, cambios de conducta intempestivos, que empiece a tener problemas en la escuela en cuanto al aprendizaje, que tenga conductas y conocimientos sexuales que podríamos identificar como no propios para su edad, uso de palabras obscenas, alteraciones del sueño.
Además algunos síntomas físicos en sus áreas genitales como dolor o ardor. Es indispensable que ante cualquier situación que pudieran observar acudir con un médicos y con una persona psicóloga especialista
Las agresiones sexuales pueden dejar graves secuelas en la vida futura, consecuencias emocionales, cognitivas, y de conducta, y que además pueden tener impacto en el corto, en el mediano y en el largo plazo de niñas, niños y adolescentes víctimas.
El abuso sexual a veces forma parte de la violencia familiar, de la violencia comunitaria en contra de niños, niñas y adolescentes, está relacionada a delitos como la prostitución forzada, la trata de personas, los matrimonios de niñas y adolescentes, y la mayoría de las víctimas son mujeres, niñas y adolescentes, lo que genera esa constante en la violencia contra mujeres.
Este día del niño y la niña nos debe servir para reflexionar en la necesidad urgente de crear un entorno favorable para que crezcan sanos emocional y físicamente, identificando los riesgos a los que puedan estar expuestos, y como personas adultas creerles cuando nos mencionan que están siendo víctimas de violencia del tipo que sea.







[1] Informe Mundial sobre la Violencia contra los niños y las niñas (2007)  https://www.unicef.org/mexico/spanish/Informe_Mundial_Sobre_Violencia.pdf
[2] Informe sobre la infancia en México,  recuperado el 21 de abril de 2019 en el enlace https://www.unicef.org.mx/Informe2017/Informe-Anual-2017.pdf
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lunes, 22 de abril de 2019

PREVENCIÓN EN VACACIONES A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES


PREVENCIÓN EN VACACIONES A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
Colaboración para Global Media
22 ABRIL  2019.
Las vacaciones de primavera son un descanso necesario para niñas, niños y adolescentes que se ven presionados por tareas, exámenes, investigaciones, algunos adolescentes ya de prepararse para su ingreso a la universidad. En cambio para muchos padres y madres de familia puede generar una situación de preocupación por no contar con una red de apoyo que pudiera hacerse cargo de su cuidado y atención durante dos semanas, que es la semana Santa y la de Pascua.
Es importante que se tomen precauciones para evitar accidentes dentro del hogar, la sobreexposición de las personas menores a los medios de comunicación, a las nuevas tecnologías, a evitar que estén muchas horas en uso de redes sociales. Pero una de las prevenciones más importantes a considerar no sólo en tiempos de periodos de vacaciones sino de manera continua es la probabilidad de que sean víctimas de violencia, física, psicológica y sexual, para ello se debe mantener una comunicación cercana y continua con niñas, niños y adolescentes, apoyar la confianza mediante la credibilidad si manifiesta que alguna persona ha lastimado su cuerpo o le ha tocado con fines sexuales.
De acuerdo con el Informe Mundial sobre la Violencia contra los niños y las niñas (2007)[1] publicado por la UNICEF se advierte que los espacios en los que se genera y reproduce la violencia son el hogar, la escuela, la comunidad, y que ocurre principalmente a manos de sus cuidadores, sean padre, madre, abuelos, tíos, tías, primos, primas, etc.
Para entender qué es exactamente la violencia tomamos la definición que nos ofrece la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Informe Mundial sobre la violencia y la salud “El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones” [2] la población más vulnerable son niñas, niños y adolescentes.
Desde hace décadas las organizaciones internacionales se han detenido a revisar el problema de la vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes, se realizaron informes especiales sobre el comportamiento de los actos de violencia para identificar los espacios, los tipos, las edades. Las cifras nos dejan en claro la necesidad de apoyar la prevención, en el Informe Sobre la situación mundial de la prevención de la violencia[3] por ejemplo se señala que una cuarta parte de la población adulta sufrió maltrato físico en la infancia, una de cada cinco mujeres sufrió agresiones sexuales en su niñez, por tanto las niñas, niños y las mujeres son los más castigados por el maltrato físico, psicológico, sexual no mortal, pero que tiene un fuerte impacto en el sano desarrollo de las personas para su vida adulta.
En México se puso en marcha el Protocolo para la Prevención del Abuso Sexual en Niñas, Niños y Adolescente,[4]  recoge información en la que señala que el abuso sexual en estos grupos de población es común en el hogar o es cometido por una persona conocida de la familia, los niños sufren más violencia física y psicológica, mientras que las niñas es el trato negligente y la violencia sexual.
Hay varios mitos que deben erradicarse para poder apoyar a la población infantil entre ellos que los niños y niñas ya conocen más sus derechos y por ello no podrían ser víctimas, que por estar en la etapa de la infancia confunden la realidad con la fantasía, que el abuso sexual sólo se da en el contexto de pobreza, que las madres son cómplices, que luego de sufrir el abuso sexual se vuelven pervertidos, que sólo los pedófilos violan a niñas y niños, entre otro. Estas formas de organizar el pensamiento de la colectividad ocasiona que exista mayor temor a contar lo sufre una niña o niño, y que cuando cuenten lo que están viviendo a manos de su agresor no se les crea.
¿Qué es exactamente el abuso sexual? Hay diversas definiciones que coinciden en que es una especie de interacción sexual que puede ser física o no, entre una niña , niño, adolescente y un adulto, quien lo utiliza violentamente con engaños, seducción, chantajes, para estimularse sexualmente. Las formas del abuso sexual [5]va desde tocar los genitales de la niña o niño por parte del abusador, tocar otras partes del cuerpo, observarle desnudo, tocar o besar los genitales, auto erotización del abusador, incitación del abusador para que la niña, niño o adolescente le toque su cuerpo o sus genitales, exhibición de los genitales por parte del abusador, engañar, obligar a ver material pornográfico, penetrar vaginal, oral, anal o intento de ello. 
Es necesario además que podamos identificar que para eso que hemos mencionado, se pueden distinguir varias etapas, entre ellas la seducción que se trata de una etapa divertida que se puede dar en el contexto que el niño o la niña conocen;  la interacción abusiva consiste en un proceso gradual de contenido erótico, tocamientos, besos;  el secreto se le amenaza, hay chantajes, mentiras, se le culpa; la divulgación es cuando el niño, la niña o el adolescente ya no tolera y decide hablar; retractación o represión, se le descalifica, y se le hace sentir culpable, más si es una niña, pues se le responsabiliza de las acciones que le cometieron.
Hay características de las personas menores que les hacen más vulnerables, entre ellas la baja autoestima, actitud pasiva, tendencia a la sumisión, timidez, dificultad para tomar decisiones, vivir separado de los padres, poca información sobre la sexualidad, necesidad de afecto, con alguna discapacidad, adultos viviendo transitoriamente en la casa, huérfanos, en condición de calle, víctimas de violencia, entre otros.
Es indispensable la comunicación y la credibilidad hacia las niñas, niños y adolescentes.


[1] Informe Mundial sobre la Violencia contra los niños y las niñas (2007)  https://www.unicef.org/mexico/spanish/Informe_Mundial_Sobre_Violencia.pdf
[2] Informe Mundial sobre la violencia y la salud, publicado por la Organización panamericana de la Salud  para la Organización Mundial de la Salud (2002) recuperado el 21 de abril en el siguiente enlace https://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/world_report/es/summary_es.pdf
[3] Informe Sobre la situación mundial de la prevención de la violencia 2016, Organización Mundial de la Salud recuperado el 21 de abril de 2019 en el siguiente enlace https://oig.cepal.org/sites/default/files/informe_sobre_la_situacion_mundial_de_la_prevencion_de_la_violencia.pdf
[4] Protocolo para la Prevención del Abuso Sexual en Niñas, Niños y Adolescente, por una infancia y adolescencia sin abuso sexual, responsabilidad de todos y de todas, DIF Nacional, 2017, recuperado el 21 de abril de 2019 en el siguiente enlace https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/306450/Protocolo_Prevenci_n_Abuso_Sexual_2017.pdf
[5] Protocolo para la Prevención del Abuso Sexual en Niñas, Niños y Adolescente, por una infancia y adolescencia sin abuso sexual, responsabilidad de todos y de todas, DIF Nacional, 2017, págs. 28-29 recuperado el 21 de abril de 2019 en el siguiente enlace https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/306450/Protocolo_Prevenci_n_Abuso_Sexual_2017.pdf


lunes, 15 de abril de 2019

ACCIONES AFIRMATIVAS


ACCIONES AFIRMATIVAS
Colaboración para Global Media
15 ABRIL  2019.

La violencia contra las mujeres sigue en crecimiento, también la denuncia de estos hechos, como población estamos conscientes que vivimos en un país con niveles muy altos de violencia, y que se ha normalizado, sin embargo los móviles que llevan a un hombre a violentar a una mujer tienen su origen en la cultura de misoginia y machismo de la población en general, pero en particular de los hombres hacia las mujeres. El clima de inseguridad y violencia que vive el país es un detonante más para que pueda darse un fenómeno de impunidad en la sanción de los casos que denuncien las mujeres.

Cuando señalamos que a una mujer se le quita la vida porque hay un clima de violencia generalizada en el país estamos faltando a la realidad de lo que viven muchas mujeres día a día en sus hogares, en su trabajo, en las calles, y debemos remarcar que el clima de inseguridad es un elemento importante que pero que no podemos dejar de lado los aspectos culturales, antropológicos y sociales con que rodean la violencia contra las mujeres porque sabemos ya que es un fenómeno multifactorial.

El Estado mexicano trabaja en muchas acciones afirmativas que serán medidas temporales hasta en tanto se alcance la igualdad plena entre hombres y mujeres, debemos recordar que una vida libre de violencia es un derecho humano, porque si vivimos con ella, con la violencia, limita el acceso de nosotras a otros derechos como son el derecho a la vida, el derecho de acceso a la justicia, el derecho a la salud, el derecho a la vida sexual y reproductiva, el derecho a la participación política, al desarrollo, etc.

Hay varios hechos que debemos colocar en el centro de nuestra atención para revisar el desarrollo que puedan tener y observar que de manera real y eficiente estén encaminadas a resolver la situación de violencia que viven muchas mujeres en nuestro entorno:
1.- La propuesta de legisladores de Congreso del Estado para aumentar la pena al delito de Feminicidio a 60 años, en el Código Penal del Estado de San Luis Potosí en el artículo 135, la pena es de 20 a 50 años de prisión para quien cometa el delito además de una sanción pecuniaria y la reparación del daño.
2.- Otra propuesta de Diputadas federales del PAN[1] para modificar el artículo 73 constitucional a fin de facultar al Congreso de la Unión para crear la Ley general para prevenir, sancionar y erradicar el delito de feminicidio.
3.- Las declaraciones de los servidores públicos que se acercan a la victimización de las mujeres y dejan en duda la actuación asertiva  hacia la construcción de políticas públicas que disminuyan la violencia contra las mujeres.
4.- El acceso a la justicia de las mujeres, con procesos de investigación del delito que sean breves, y que se juzgue con perspectiva de género

El aumento de la pena en los delitos de violencia feminicida no ha sido un atenuante para que se dejen de cometer crímenes violentos contra mujeres; en el caso particular de San Luis Potosí los familiares de las víctimas han pedido que las sentencias se dicten con perspectiva de género, que los procedimientos sean breves y que se dé una reparación integral del daño; más que aumentar la pena conviene homologar el código penal y el Protocolo de investigación de feminicidio con el “Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/feminicidio)” propuesto por la ONU.

En ese mismo sentido va la iniciativa de las diputadas federales panistas, que buscan hacer una Ley general para prevenir, sancionar y erradicar el delito de feminicidio cuando los elementos para la creación de políticas públicas están contenidos en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la propuesta debería orientarse a establecer sanciones a los servidores públicos que no cumplan con sus obligaciones para el diseño y aplicación de políticas públicas y que se revisen cada acción, proyecto y recursos asignados a las entidades federativas y/o asociaciones civiles a quienes se les ha delegado esa responsabilidad.

Por otro lado es importante que los hombres servidores públicos que están involucrados en transverzalizar la perspectiva de género lo hagan con absoluta responsabilidad pues en esta etapa de construcción de las estrategias para dar continuidad y seguimiento a la Alerta de Violencia de Género es importante sumar a las acciones afirmativas, identificar medidas temporales emergentes que estén orientadas a erradicar la violencia feminicida.


[1] Nota 1589 recuperado de http://www5.diputados.gob.mx/index.php/esl/Comunicacion/Agencia-de-Noticias/2019/Marzo/05/1589-Impulsan-diputadas-del-PAN-iniciativa-a-fin-de-facultar-al-Congreso-de-la-Union-para-crear-la-ley-general-para-prevenir-sancionar-y-erradicar-el-delito-de-feminicidio

lunes, 8 de abril de 2019

DENUNCIAS EN #METOO


DENUNCIAS EN #METOO
Colaboración para Global Media
08 ABRIL 2019.

¿Qué es el movimiento #MeToo? Contar una historia sobre la sensación que una persona tiene cuando la intimidan sexualmente es complejo porque tenemos muy arraigado en nuestras mentalidades la culpa, de pronto podemos justificar las frases que nos dicen con la posibilidad de una propuesta de atracción mutua, pero esto desaparece cuando se rompe la delgada línea de sentir que estamos juntas dos personas en un camino hacia la seducción.

¿En qué momento la línea se desvanece? Ese es el punto, y va desde una mirada que nos puede encaminar a dos vías una, la de la atracción mutua y dos, la de un acto de intimidación y acoso. Hemos vivido las personas esta sensación. Entre sentirnos atraídas por alguien, por las miradas, por su comunicación no verbal, por su comunicación escrita, por las emociones que nos produce tener comunicación con alguien, y va en dos vías, cuando ambas personas experimentamos lo mismo. La oposición, como por dialéctica pura es cuando el encuentro de emociones no se cruza, y una de las partes quiere obligar a la otra a que perciba lo mismo que ella.

Las personas en general estamos expuestas a estas dos vías, sin embargo todo quedaría en una mera experimentación de emociones, si no entrara a este proceso el poder que una de las partes puede tener o representar sobre la otra. La intimidación y el acoso se generan en este espacio de poder que una de las partes ejerce, y tiene que ver con la ausencia de relaciones sanas, justas, equitativas y amorosas.

Las personas que tienen privilegios sobre otras, en relación con los roles de género que ejercen en su contexto y en sus grupos sociales, laborales, familiares, docentes, etc., son quienes utilizan su espacio de poder para coaccionar a las personas a que realicen acciones que van en contra de esa serie de emociones que he descrito. Ya no hablamos de una probable relación de seducción sino de imposición relacionada casi siempre con ofrecimientos que no son ninguna oferta sino presiones para que a cambio de realizar una acción que satisfaga las emociones del otro pudiera verse beneficiada la persona que está en desventaja en esa relación de poder.

Así, desde este enfoque que planteo, cualquier persona que ejerza poder en relación a los roles de género, podrá acosar, hostigar, presionar, intimidar y coaccionar a otra persona. Ante la jerarquía de poder es muy difícil que una persona afectada pueda denunciar a quien le acosa y hostigue, porque generalmente quien tiene el poder tiene a muchas personas de su lado y casi siempre el carisma forzado o propio le acompaña, y al momento que queremos contarle a una persona lo que vivimos no creen, porque quien detenta el poder también detenta la credibilidad forzosa. Denunciar estos hechos se convierten una acción titánica de credibilidad en nuestro propio círculo, sea social, familiar, escolar, de la comunidad, político, académico, gremial, laboral, etc.

Quienes hemos estado en desventaja histórica hemos sido nosotras las mujeres, porque nos han presionado con una falsa seducción que está en el otro lado del límite del poder, a muchas les han obligado a llevar a cabo acciones que contravienen sus propias convicciones y que no han tenido más remedio que hacerlo y callar, por las amenazas más que del que ejerce el poder, de nuestra propia sociedad que no nos cree pero que además nos criminaliza.

Hemos visto en éstas semanas el resurgimiento en México del movimiento #MeToo.
¿Cómo comenzó? inició con trabajos de investigación periodística en Estados Unidos y fue el New York Times NYT [1] el que publicó tres importantes informes de investigación sobre el acoso sexual en los medios de comunicación, la tecnología y las industrias cinematográficas, que tituló en español “Cómo romper una historia de acoso sexual” de Alexandria Symonds publicado el 15 de octubre de 2017, la investigación detalló la cultura del acoso en la cinematografía norteamericana y en la que nunca se les dio voz a las mujeres, algunos hombres que denunciaron.

En un amplio trabajo de Ronnan Farrow publicado el 10 de octubre de 2017 en The New Yorker [2] entrevistó a 13 mujeres que relatan el acoso sexual y el abuso de poder que ejercen contra ellas, las cosifican y las limitan en sus actividades profesionales. Por este trabajo Ronnan Farrow gana el premio Pulitzer el año pasado.

En México en 2017 inicia la periodista Carmen Aristeguí [3] dándole voz a Karla Souza, Stephanie Sigman, Paola Núñez y la clavadista olímpica Azul Almazán en su programa de la CNN y en el que denunciaron acoso sexual por parte de personas con poder en sus actividades profesionales. En ese momento México no tuvo la propuesta del #MeToo como fue en Estados Unidos con @alissaarmilano que invitó a denunciar bajo ese Hashtag en la red social Twitter, a los hombres que habían acosado a mujeres.

Esta propuesta que se convirtió en un movimiento de denuncia dio un giro impresionante en las últimas semanas en México bajo diferentes modalidades del #MeToo, escritores, músicos, cantantes, actores, periodistas, mujeres que han decidido denunciar a sus acosadores porque no encontraron otra vía para hacerlo; surgió como una iniciativa para sensibilizar a las personas a escuchar a mujeres que estuvieron en silencio muchos años por el temor sobre todo de la sanción pública y la ausencia de credibilidad.

Debe ir más allá del fenómeno social y mediático, para observarlo en la dimensión de una vida libre de violencia y de acceso de las mujeres a la justicia, pero también de personas que por su identidad, orientación y expresión de género se les ha invisibilizado pero han sido víctimas de las relaciones desiguales.
El #MeToo surge para hacer visible la violencia y agresión sexual que muchas mujeres han vivido, que nos está obligando en el marco de los derechos humanos a que se lleven los asuntos al terreno de la denuncia penal y con ello fortalecer los canales legales para la denuncia.






[1] https://www.nytimes.com/2017/10/15/insider/sexual-harassment-weinstein-oreilly.html
[2] https://www.newyorker.com/news/news-desk/from-aggressive-overtures-to-sexual-assault-harvey-weinsteins-accusers-tell-their-stories
[3] https://cnnespanol.cnn.com/2018/02/22/acoso-sexual-mexico-karla-souza-metoo-aristegui-stephanie-zigman/

lunes, 1 de abril de 2019

PARLAMENTO DE MUJERES


PARLAMENTO DE MUJERES
Colaboración para Global Media
01 ABRIL 2019.

Como lo que sería un ejercicio plural, abierto y sobre todo enriquecedor para el Poder Legislativo se organizó el Primer Parlamento de Mujeres para el Estado de San Luis Potosí, iniciativa que promovió en enero de este año la diputada en Primera Legislatura de Ciudad de México y presidenta de la Comisión de Género Paula Soto. Aquí hubo un registro previó con la exposición de los motivos que cada participante tenía para estar en este primer Parlamento.

El objetivo que señala la convocatoria que se hizo pública los primeros días de marzo era la de generar un espacio para promover, debatir e integrar una agenda legislativa ciudadana que fuera “(…) inherente a todos los aspectos de la vida de las mujeres potosinas, en relación con la prevención y erradicación de toda forma de discriminación y para garantizar una vida libre de violencia”; sin duda un buen paso para que los y las legisladoras actuales tuvieran claro qué son las necesidades reales de las personas en general y en lo particular de las mujeres sobre la gran preocupación que tenemos sobre la erradicación de la discriminación y de la violencia contra nosotras.

Era la primera vez que se organizan y están juntas muchas de las mujeres activistas y feministas que han estado impulsando desde la sociedad civil organizada iniciativas para un cambio paradigmático, que de verdad reduzca los niveles de violencia que vivimos en una ciudad, en la que se percibe la dificultad para nosotras de podernos sentir tranquilas y seguras, en la que van en aumento los casos de violencia familiar y feminicidios.

Es decir era un privilegio que rechazaron la mayoría de los legisladores que ni siquiera estuvieron presentes en esa primera reunión del Parlamento de Mujeres, si bien es cierto se queda un documento en el que se recogen las propuestas de todas las participantes, era un mensaje positivo para mostrar interés de parte de diputados y diputadas locales al estar presentes escuchando a las mujeres sobre los grandes temas que nos ocupan y que además ya les tenemos una alternativa para que pudiera ser un hilo conductor de reformas sustanciales.

Era indispensable que además el propio legislativo presentará ya una agenda de género previa para discutir, revisar y en su caso preguntar a las mujeres parlamentarias que opinaban de ello, y además recibir nuevas propuestas. Pero no había Agenda de Género y Derechos Humanos de la Legislatura; aquí se lleva el gran reto la legisladora Alejandra Valdés que promovió el encuentro de mujeres, para que el documento que firmaron las mujeres en el marco del Parlamento se cristalice, y el reto es sensibilizar a sus compañeros y compañeras, primero de su propia bancada y luego del resto de partidos, porque es claro el mensaje que enviaron de nulo interés por llegar a identificar las necesidades reales de las mujeres.

Es importante que se quedara el Parlamento de Mujeres como una consejería para poner en la mesa de la legislación propuestas encaminadas a modificar leyes, adecuarlas, homologarlas a nivel nacional. El discurso de fondo de las mujeres fue la preocupación por los índices de violencia que en todos los ámbitos de la vida cotidiana, pública, laboral, estudiantil, política, etc., nos enfrentamos todas. Un día antes teníamos el hecho del feminicidio de una jovencita de apenas 16 años de edad, y ese mismo viernes otra jovencita de 14 años y su padre tuvieron una cruenta muerte.

Las palabras dichas en el Primer Parlamento de Mujeres no deben quedar en el aíre y sólo como un mero acierto de quien promueve la iniciativa, también el gran compromiso de quienes participaron es seguir organizándonos como mujeres y no esperar a que iniciativa pública nos reuna para discutir, trabajar y promover juntas los derechos que en lo separado hemos buscado para nosotras y las nuevas generaciones

Este Parlamento debe ir más allá de señalar la indignación por la violencia contra las mujeres, deber retomar las diferentes agendas de género que cada grupo político del Congreso del Estado tiene. Por ejemplo en campaña electoral la Alianza Juntos haremos historia y sus candidatos y candidatos a puestos de elección popular firmaron una agenda de Género que además avaló la organización civil Género y desarrollo A.C., GENDES que también en otros estados promovió para la inclusión de nuevas formas de masculinidades.

Desde ese Primer Parlamento el trabajo de las mujeres que se agruparon para llegar acuerdos que nos beneficien a todas, deberá ser el seguimiento de cada propuesta, de buscar el encuentro continuó con los legisladores y legisladoras para hacer posible los cambios propuestos, de materializar cada una de las palabras dichas ahí en cuanto a los grandes temas que deben ser regulados, normados, legislados, y que entre otros son:
          Aborto
          Violencia obstétrica
          Violencia en niñas y adolescentes
          Feminicidio
          Mujeres y Violencia en las empresas
          Mujeres rurales y agrícolas
          Mujeres y medios de comunicación
          Mujeres y violencia en las instituciones
Entre otros que bien podrían ya caminar a consolidar una agenda de género que en los siguientes dos años de la legislatura se concrete.