miércoles, 31 de marzo de 2021

CEDH DESGASTADA: VA UNA MUJER, ¿Cómo definimos la sororidad? Por Gloria Serrato

CEDH  DESGASTADA: VA UNA MUJER

Colaboración para Global Media, https://www.globalmedia.mx/articles/CEDH-desgastada-Va-una-mujer

30 Marzo 2021



 

¿Cómo definimos la sororidad? Son los acuerdos y alianzas que podemos realizar las mujeres para alcanzar nuestro empoderamiento, económico, de derechos, de acceso a la justicia, de representación política, de alcanzar cargos públicos.  Sororidad es un concepto muy amplió que implica que nosotras podamos llegar a acuerdos que nos permitan avanzar todas.

Se ha confundido con amistad, o con apoyar a toda costa por la sola condición de ser mujer, y la sororidad va orientada a llegar a compromisos en beneficio de alcanzar un desarrollo pleno de las mujeres como sujetas de derecho.

En los últimos días las mujeres vimos con desesperanza para los avances que hemos buscado, un acto de violencia de política en razón de género por parte del Poder Legislativo de San Luis Potosí.

En la elección de la mujer que se desempeñará como Presidenta de la Comisión Ejecutiva Estatal de Derechos Humanos, se hizo a un lado la trayectoria de las 9 participantes y se enfrascaron en 23 rondas de votación para elegirla, en donde se olvidaron de la trascendencia de la defensa de los Derechos Humanos y no pudieron llegar a acuerdos.

Este miércoles habrá presidenta y la primera tarea que debe realizar es enmendar el cuestionado proceso que llevaron a cabo los y las legisladoras. Será importante que durante la sesión en la que sea electa se corrija una actuación lamentable en la que dejaron ver los intereses partidistas, personales y de fracciones, que quitaron del centro a una entidad autónoma que en los últimos 8 años ha caído en un descredito frente a las víctimas que no encuentran la defensa que promete la Ley de la CEDH.

Los y las legisladoras se alejaron de su misión, convirtieron la elección de la presidencia de la CEDH en una batalla, en donde las mujeres fuimos el pretexto para exacerbar los rencores y los disensos que estuvieron presentes en toda la legislatura. Es un claro mensaje a la población sobre la despreocupación que existe porque este organismo autónoma tenga una presidenta fuerte que tenga la genuina representación de quienes han sido víctimas de violaciones de derechos humanos cometidos por personas servidoras públicas.

Las mujeres entramos en un tsunami de rencores partidistas, de una legislatura con una desdibujada ideología, que nos llevaron a que asumiéramos un rol dentro de esas desconfiguraciones políticas, en miras de un proceso electoral atípico en cuanto a la organización de las alianzas partidistas para alcanzar los cargos públicos, que se habrán de votar el 06 de junio. Para poca fortuna de nuestros movimientos de mujeres, nos metieron en un revoltijo electorero.

Las mujeres aspirantes (entre las que me encuentro) a la presidencia de la CEDH, no merecemos el trato indigno que nos dieron.

Este hecho, también demostró, la enorme dificultad que significa ser una mujer sororal en medio de un juego patriarcal de quienes tienen el poder político. Las mujeres no tuvimos la capacidad de ver entre estas rendijas políticas, el juego de poder que implicaba la participación de nosotras para cumplir con una medida afirmativa en pro de alcanzar la paridad en un organismo autónomo.

Nos metieron en una rivalidad insana, que opacó la lucidez que debemos tener y debe prevalecer en nosotras, que hemos enfrentado muchos retos, el principal no caer en las trampas de quienes están ejerciendo el poder. Nuestra capacidad de observar la trascendencia de que una mujer llegue, por una medida afirmativa al cargo de presidenta de la CEDH, fue rebasada.  Nos faltó sororidad, entendida llanamente como la congruencia de establecer alianzas en beneficio de todas.

Durante la semana pasada, el Congreso Del Estado debía elegir a la mujer que será la presidenta de la Comisión estatal de los derechos humanos por los siguientes cuatro años.

Las trampas de legisladores y legisladoras fueron múltiples, entre ellas los comentarios que habían transmitido a medios de comunicación y las opiniones que se centraban en señalar que todas las mujeres participantes, tenían magníficos perfiles, así como una trayectoria amplia y que sería la decisión más difícil del poder legislativo. Atrás estaban los acuerdos que aparentemente tenían, tres semanas antes de la elección tenían el nombre de quién iba a llegar a la presidencia.

Sin embargo, comenzó el desatinado encuentro que culminó en una rebatinga política del PRI y el PAN contra MORENA, en el que ninguno de los diputados y las diputadas pudieron negociar y establecer un acuerdo, para llevar a la presidencia a una mujer con la solvencia necesaria para el cargo que ocupará por los próximos cuatro años.

Lo que pasó el jueves fue un acto de violencia política hacia las mujeres en razón de género en donde quienes violentaron los derechos de las aspirantes, fueron las propias personas legisladoras. Que no tuvieron la sensibilidad para llegar a acuerdos y consensos, de ninguna de las partes.

La violencia política en razón de género se da en el reconocimiento que el propio legislativo hizo, al admitir que ni siquiera revisaron la trayectoria de cada una de las aspirantes, la presidencia de la Comisión de derechos humanos, igualdad y género del Congreso del Estado, no tuvo la capacidad para hacer llegar de la mejor manera los proyectos y semblanzas de cada aspirante, privaron las amistades, los acuerdos previos, los compromisos hechos con antelación.

martes, 9 de marzo de 2021

8M EL SALDO QUE TENEMOS LAS MUJERES

8M: EL SALDO QUE TENEMOS LAS MUJERES


08 marzo 2021

 https://www.globalmedia.mx/articles/8M-El-saldo-que-tenemos-las-mujeres





Este lunes conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, es necesario recordar la razón de esta fecha, tiene que ver con el reconocimiento al trabajo, a la lucha que han hecho otras mujeres en diferentes épocas y lugares del mundo, que defendieron el derecho a un trabajo digno, justo, bien remunerado, seguro.

Las mujeres históricamente hemos estado en desventaja, hemos vivido inmersas en una relación desigual de poder entre hombres y mujeres. El gran trabajo sigue siendo visibilizar las desigualdades, que nos han ubicado en desventaja con respecto de los varones. Hemos conseguido por parte de muchas otras mujeres que nos han antecedido a lo largo de la historia, derechos que nos fueron negados, en cada país, en cada región hay mujeres que apoyan a alcanzar los cambios necesarios para eliminar las brechas de desigualdad.

Contar hoy con un trabajo digno, fue una tarea compleja que costó la vida de muchas, se han impulsado transformaciones que nos mueven a seguir apoyándonos unas con otras.

Las mujeres como víctimas de explotación laboral, ha sido una constante en la historia de las poblaciones, con sueldos bajos, con trabajos pesados por sus jornadas largas, diferentes a las que hacían los hombre; los patrones no veían las dobles y triples jornadas que realizaban las mujeres, porque además de desempeñarse como obrera, debían trabajar en casa. Los hombres se aprovecharon de las vulnerabilidades de las mujeres, y las violentaban física y sexualmente.

Esta fecha sirve para recordar a todas estas mujeres que trabajaron porque nuestro panorama fuera diferente.

Sin embargo la tarea no está concluida. Faltan muchas cosas por realizar, porque aún en estos mismos espacios de lo laboral y con todas las ventajas que hemos obtenido, aún muchas mujeres siguen siendo víctimas de explotación laboral, y más aún de nulas oportunidades para tener un trabajo digno.

Es importante que esta fecha nos sirva como referencia para saber qué cosas se han conseguido, cuál es nuestro panorama actual, y hacia dónde deben conducirse las nuevas generaciones de mujeres y de hombres.

La desigualdad de las mujeres debe observarse con un enfoque de interseccionalidad, esto quiere decir, que también veamos las desigualdades que se dan en mujeres que viven en el campo, en comunidades indígenas, en regiones marginadas,  mujeres con algún tipo de discapacidad, mujeres LGB y Tran, que sistemáticamente han sido víctimas de violencia, es decir las mujeres, somos violentadas, pobres, sin acceso al trabajo, a una vida digna, a la seguridad, al acceso a la justicia, al cumplimiento de nuestros derechos civiles y políticos, esta fecha es para recordar que las brechas de desigualdad siguen latentes.

¿Por dónde tendríamos que comenzar? ¿Por dónde tendríamos que incidir? Por exigir que las políticas públicas que cuentan con recursos económicos se hagan tangibles,  se cristalicen, se materialicen para nosotras.

Cada año le recordamos al Estado Mexicano, a los gobiernos estatales, municipales y a las diferentes autoridades que trabajan dentro de la administración pública, que todavía las acciones que realizan, siguen siendo sin perspectiva de género, siguen sin entender la urgente necesidad que tenemos todas de qué los servicios que prestan las diferentes instituciones públicas, deben tener ese enfoque especializado, que nos garantice la igualdad plena entre hombres y mujeres.

Cada vez hay más compañeros varones que están siendo sensibles a nuestras luchas, más conscientes de las dificultades que hemos enfrentado las mujeres para insertarnos en diferentes ámbitos públicos, en trabajos, en estudios, las aportaciones a la economía; lo están comprendiendo, y se empiezan a sumar a las luchas de las mujeres. Tienen que también transmitir el mensaje a otros hombres que no comprenden la trascendencia de alcanzar la igualdad plena. Cuanto más iguales, más posibilidades de crecer, de desarrollarnos como sociedad.

Es necesaria la conciencia social en este tema, corresponde a las autoridades en sus diferentes niveles trabar sobre ello; las mujeres sí tenemos información, per queremos acciones encaminadas a erradicar las desigualdades y las violencias.