lunes, 29 de enero de 2018

PERIODISMO Y DEMOCRACIA



Colaboración para Global Media
29 ENERO DEL 2018

El periodismo siempre ha sido el portal para que una sociedad esté informada, sea por cualquiera de los medios y tecnología de que se disponga, y cuando se lesiona la libertad de expresión, se lastima el derecho a saber, el derecho a conocer;  el Estado debe garantizar un trabajo sin sobresaltos de quienes ejercemos el periodismo.

Es interesante saber en qué momento el periodismo crítico saltó de lugar, qué ocurrió en muchos estados del país en los que son pocos los medios que informan sobre las preocupaciones que tienen las personas; nos interesa saber cosas diferentes de lo que quieren informar quienes nos gobiernan, sea del partido que sea, nos informan de avances, de aciertos, de progresos, de erradicaciones de conflictos. Sin embargo las personas seguimos viviendo en un país que nos detiene en el desarrollo.

El mes de enero se convirtió en el inicio de las campañas electorales previas, es decir en los procesos internos de los partidos políticos para identificar quienes serán sus candidatos, si sus candidatos, porque en la escena política a las mujeres las dejaron fuera. En la esfera local, San Luis Potosí los partidos arrancaron las campañas internas, aunque desde hace más de un año se están preparando para educar a sus agremiados en historia, oralidad, manejo de la imagen, preparación política, están aleccionando a quienes se perfilan para obtener un puesto de elección popular.

Observamos el desarrollo de lo que ocurre en partidos políticos, y nos preocupa lo que pasa en las instituciones públicas, que siguen siendo un trampolín para alcanzar espacios políticos, para llegar a puestos de elección popular. Nada de esto puede ser de relevancia más que lo que dejan de hacer por acudir a su ejercicio partidista; ya muchas mujeres y hombres que son servidores públicos del gobierno potosino han salido a los medios de comunicación a decir que por el momento no hay intereses políticos que les mueva, más que sólo trabajar en beneficio de la gente.

Es importante que como personas observemos el trabajo que desarrollan los y las servidoras públicas, que han visto en la administración pública una forma de llegar a otros espacios, y esperaríamos que con el interés genuino de servir y apoyar a quienes los necesitan.

Los medios están justo para apoyar a la población en observar la conducta que han tenido los servidores públicos, juegan un rol trascendente para informar si el trabajo que han hecho es un claro reflejo de la honestidad, de la responsabilidad; la crítica en los medios es sana, pero cuando lastima a los servidores y las servidoras públicas, en la imagen que quieren que los demás vean de ellos, ya no estamos de acuerdo.

Desde el espacio legislativo trabajaron mucho en la legislatura que en meses se irá, para poner frenos a la libertad de expresión, rebasando que un derecho humano  no puede estar en riesgo al momento de ponerle límites, y todo buscando evitar ser criticados por los medios y por la población en general.

Hemos pedido que las mujeres que están al frente de dependencias de la administración pública sean municipales, estatales y federales, no dejen sus encargos a medias, en aras de saltar a la vida política. Es muy necesario ya hablar de un servicio civil de carrera en el que las mejores personas puedan estar al frente de las instituciones y no aquellas a las que sólo las pongan para “cuidarlas” y “promoverlas” políticamente. Las mujeres no podemos permitir que nos sigan utilizando y más ahora cuando la Ley Electoral nos permitirá participar en un 50 y 50.


lunes, 22 de enero de 2018

VIOLENCIA JUVENIL Y DERECHOS HUMANOS



Colaboración para Global Media
22 ENERO DEL 2018

La violencia entre jóvenes nos ha hecho reflexionar sobre lo que ocurre en diferentes contextos de nuestro entorno. No son hechos aislados sino recurrentes, de los que nos hemos enterado a través de las redes sociales y que han ocurrido en las aulas y en las calles, habrá además que revisar lo que pasa dentro del hogar.

Hace unos días recordamos a las víctimas del Colegio Americano del Noreste, ubicado en la ciudad de Monterrey, y además nos enteramos de las agresiones de dos jovencitas a una compañera en una escuela secundaria del estado de Hidalgo. Nos estremecimos, nos duele ver a nuestra población juvenil tratarse entre sí con violencia, con desdén, refleja lo que está ocurriendo en el tejido social y la manera en cómo están creciendo y apropiándose de su entorno.

Los actos de violencia entre niños, niñas y jóvenes nos debe poner en estado de alerta a las personas adultas y repensar sobre qué debemos garantizarles para que no atenten contra la vida física y emocional de sus compañeros de escuela, de su familia, de sus maestras y maestros.

La población de nuestro país mayoritariamente tienen 27 años de edad [1] según datos que arroja el INEGI del Censo de Población del 2015, el grueso de la pirámide poblacional está en edades de cero a 24 años, tenemos un país de jóvenes, un país de personas que debemos apoyar a que tengan un crecimiento sano y armónico, un desarrollo orientado a la educación, a los valores que encierran los derechos humanos.

Se ha tenido un avance significativo en la manera en cómo los adultos vemos y tratamos a las personas jóvenes; los niños, niñas y adolescentes eran vistos como seres que no podían tomar decisiones por sí mismos, con los acuerdos internacionales que se firmaron y de los que México forma parte, se obligó a los Estados reformar sus leyes para que se castigara a quienes les dieran un trato indigno, para que ya no fueran forzados a trabajar, a engancharlos en las guerras, o en el crimen organizado.

La Organización Mundial de la Salud [2] ha observado que la violencia entre jóvenes ha crecido sobre todo en los rangos de edades de 10 a 29 años de edad, advierte que cada año se registran 200 mil homicidios en esos grupos de edades, lo que equivale al 43 por ciento de todos los homicidios que se dan en el mundo. Además de considerar que se trata de un problema de salud pública, que incluye actos como intimidación, riñas, agresiones sexuales, acoso psicológico.

La violencia juvenil trae consecuencias en la salud física y emocional, que ocasiona secuelas tales como muertes prematuras, lesiones, discapacidad, que tiene un impacto psicológico y social, afecta a las familias tanto de las víctimas como de los agresores, a la comunidad en general.

¿Qué podemos hacer? Se tiene que trabajar desde diferentes ámbitos, como son la Escuela, la prevención de la violencia en los hogares, en la comunidad, pero además el Estado debe contar con instancias para jóvenes agresores y centro de atención para las víctimas.



[1] Censo 2015 http://www.beta.inegi.org.mx/temas/estructura/
[2] Violencia Juvenil, Organización Mundial de la Salud. http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs356/es/

martes, 16 de enero de 2018

¿HASTA CUÁNDO? VIOLENCIA FEMINICIDA



Colaboración para Global Media
16 ENERO DEL 2018

En este espacio hemos comentado diversos tópicos relacionados con el feminicidio, y continuaré haciéndolo porque es necesario tomar conciencia de impulsar acciones orientadas a atender, prevenir, sancionar y erradicar la violencia extrema que viven muchas mujeres en nuestro entorno, y que no podemos de ninguna manera, naturalizarlo y dejarlo sólo como una cifra, cada víctima vivió algún tipo de violencia y que probablemente nunca imaginó que podría ser asesinada.

En estos días nos hemos dolido de hechos lamentables sobre la muerte de personas, tanto víctimas de algún delito como de accidentes y muertes por causas naturales, cada persona que se ha ido nos deja un hueco, sea o no parte de nuestra familia. Ese hueco se hace más hondo cuando se trata de víctimas de algún delito, entre ellos de violencia feminicida.

Es muy importante dejar de estigmatizar a las víctimas, necesitamos seguir siendo una sociedad sensible frente al dolor de las otras personas, participativa y crítica, para poder alzar la voz cada vez que perdemos a una mujer consecuencia de la violencia extrema. Sí nos corresponde también acompañarnos e ir formando redes de apoyo solidarias para que cuando se dé un caso en el que una niña, adolescente o mujer esté en riesgo estemos preparados como sociedad para saber qué hacer y cómo apoyar. Eso nos corresponde como parte de la sociedad.

El Estado tiene sus obligaciones muy claras señaladas en la legislación, entre la que está la Ley de Acceso de las mujeres a una vida libre de Violencia, que tiene que ver con la realización de acciones afirmativas y con el objetivo de acelerar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, que nos deben llevar a que deje de haber discriminación, desigualdad en el trato y mejores oportunidad de desarrollo.

Es importante que las acciones sean organizadas para alcanzar en el menor tiempo posible esa igualdad, para que se pueda reorientar la forma de convivencia entre hombre y mujeres; asimismo el Estado tiene la responsabilidad de darle seguimiento y cumplir con las disposiciones señaladas en la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género, que emitió la Secretaría de Gobernación, el 21 de junio del 2017.

Con la Declaratoria por sí misma no se eliminaría la violencia contra las mujeres, pero es importante identificar qué instituciones y dependencias del ejecutivo sea estatal o municipal, deben estar involucradas y qué han hecho. Cuáles acciones se han implementado para empezar a atender la violencia contra las mujeres, así como, cuál es la coordinación que existe entre las instituciones para acompañar, asesorar, proteger y garantizar la justicia a las mujeres.

Han pasado seis meses de la declaratoria y la falta de información sobre las acciones producen un clima de impunidad entre los agresores de las mujeres, de tal modo que nos encontramos más vulnerables; es muy importante darle las herramientas necesarias una vez que han hecho conciencia de la violencia que viven, para que acompañadas puedan llevar un proceso de denuncia que evite puedan estar en riesgo de violencia feminicida.

Las dependencias involucradas en atender la violencia contra las mujeres deben redoblar la coordinación, para que ninguna mujer abandone la intención de denunciar a su agresor, porque eso la puede colocar de vuelta al círculo de la violencia, no queremos más dolor para las familias, como el que están viviendo las familias de Vanessa, Bibian, Abigail, Benita, Lourdes, que fueron víctimas de feminicidio en apenas estos primeros días de 2018.

lunes, 8 de enero de 2018

¿TODO EN LA EDUCACIÓN?



Colaboración para Global Media
08 ENERO DEL 2018

Transcurrieron los primeros días del año y dos mujeres jóvenes fueron víctimas de feminicidio en San Luis Potosí, Vanessa de 24 años y Vivian de 19;  queremos una comunidad segura en la que se deje de etiquetar, estigmatizar, criminalizar a las mujeres, las autoridades tienen la obligación de no hacerlo pero la comunidad se disfraza en el anonimato de redes sociales, medios en internet y en los comentarios que se hacen en los espacios públicos sobre nosotras, sobre nuestras problemáticas, incluso sobre estereotipos que se transmiten como bromas, como chascarrillos y que llevan implícito el pensamiento colectivo de nuestras regiones.

Tenemos una comunidad, que no puede desprenderse con campañas en medios de comunicación e internet,  de una carga cultural muy arraigada sobre los roles que debemos tener las mujeres, sobre los que deben tener los hombres, son cuestiones que pareciera que se están desaprendiendo y no es así.

Vemos grupos de nuestra sociedad muy dispares, en los que existe una comunidad de personas que llevan una vida equitativa tanto en roles como en actividades diarias; vemos otras comunidades en los roles tradicionales que se van amalgamando con los criterios que se siguen en la escuela, en los trabajos sobre equidad e igualdad; vemos otras comunidades que se repliegan hacía los roles tradicionales y evitan a toda costa si quiera ver que las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres.

Estas comunidades coexisten en un nuestra localidad, en nuestra región geográfica y hace complejo prevenir y sobre todo erradicar la violencia contra nosotras. Se han tenido que modificar leyes, crear estrategias, crear políticas públicas para que las mentalidades de la colectividad vayamos transitando a la equidad y la igualdad.  Sin conseguirlo aún. ¿Qué hace falta? ¿Cómo ir hasta la raíz de la problemática?
En el diseño de estrategias siempre nos vamos a tratar de incidir en la educación que reciben niños y niñas, adolescentes, se programan actividades encaminadas a incidir en los planes de estudio de preescolar, primaria, secundaria y bachillerato para que estudiantes identifiquen la igualdad y equidad como el camino más corto a una convivencia armónica entre hombres y mujeres.

Hasta ahí todo parece lo más adecuado, pues en la educación centramos con mucha fe, las expectativas de mejorar nuestro entorno y nuestro futuro.

Sin embargo al salir de las aulas, las personas estudiantes ¿qué ven? ¿Qué realidad enfrentan? ¿De qué les hacemos responsables los adultos? ¿Qué hacen? ¿Qué necesitan?

Al salir de las aulas lo que ven son entornos difíciles, violentos, con muchas necesidades básicas de alimento, de vivienda, de salud, de trabajo; el hábitat no es el esperado para lo que reciben de educación, no hay manera de aplicarlo estrictamente porque el ambiente en el que están creciendo es adverso; muchos niños y niñas tienen una familia que trabaja y se coordina para que crezcan de manera armoniosa, con un desarrollo sano y equilibrado; pero muchas otras familias tienen un entorno que les hace vulnerables y poco, muy poco receptivas  a los cambios que el entorno requiere para evitar la reproducción de la violencia.

Si desde la educación, pero no sólo la escolarizada, sino la reeducación de las personas de cada comunidad para contar con los elementos que nos den la posibilidad de un arranque simultaneo para evitar las violencias

martes, 2 de enero de 2018

CERRAMOS 2017 Y EL INICIO DE 2018


CERRAMOS 2017 Y EL INICIO DE 2018

Colaboración para Global Media
02 ENERO DEL 2018


El 2017 fue un año en el que las mujeres esperábamos acciones contundentes para erradicar la violencia que ejercen contra nosotras, luego de que en junio la Secretaria de Gobernación decretara la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres del Estado de San Luis Potosí, para los municipios de Ciudad Valles, Matehuala, San Luis Potosí, Soledad de Graciano Sánchez, Tamazunchale y Tamuín.

En el documento de la Declaratoria reconocen las acciones emprendidas por el Gobierno del Estado pero advirtieron de la “(…) conveniencia de coordinar acciones interinstitucionales que pongan en marcha una estrategia de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres”. Es decir llevar a cabo acciones vinculadas de tal modo que las mujeres puedan ser apoyadas no sólo a tener acceso a la justicia sino al restablecimiento de su proyecto de vida, una vez que haya dado el primer paso para salir del circulo de la violencia.

Recordemos que la declaratoria de Alerta de Violencia de Género contiene tres resolutivos, uno son las Medidas de Seguridad; Dos, las medidas de prevención y Tres, las Medidas de justicias y reparación. Es clave por supuesto que se las acciones que señala la Declaratoria se den en una colaboración real entre las instituciones, para lo cual es importante diseñar rutas de acción que reflejen que efectivamente las instituciones involucradas en atender la violencia contra las mujeres están involucradas participantemente, que no haya contradicción, porque eso genera que al momento de que una mujer pone una denuncia por violencia, y no recibe el apoyo y acompañamiento necesario, se pone en riesgo y en mayor vulnerabilidad a la víctima.

En la atención a víctimas estos seis meses, ha habido un trabajo insuficiente y poco responsable con las víctimas, en las que se les ha puesto horario para recibir atención integral hasta las 16 horas, con falsas guardias en las que no se contesta o se ponen límites para que las víctimas se trasladen a recibir la atención. En la recepción de las denuncias por cualquier tipo de violencia ha habido una mayor sensibilización, pero una vez que la víctima se remite al Centro de Justicia para las Mujeres a recibir apoyo integral, ahí es en donde el acompañamiento, que si bien con mucha amabilidad verbal, no es lo que señalan los protocolos de actuación, y las mujeres siguen con largos tiempos para tener resultados significativos.

Se hace, y mucho más que antes de junio, pero los trabajos sincronizados aún son tímidos, ha tenido que ser un intermediario para que esto se vaya alcanzando, la empresa USAID responsable de la capacitación del nuevo sistema de justicia penal en nuestro país, y ahora responsable de que funcionen adecuadamente los Centros de Justicia para las Mujeres.

Por eso es indispensable que en este naciente 2018 en el tema prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres:  a) no se involucre el tema con el asunto político-electoral, las mujeres no somos botín político; b) se active de manera real e inmediata la Ruta Crítica para la Atención Integral y coordinada para las Mujeres diseñada por el Instituto de las Mujeres del Estado de San Luis Potosí; c) que la sociedad civil esté más pendiente no sólo para criticar, si no para proponer e ir de la mano con instituciones cuando se traten de acciones que sean sustantivas para disminuir la violencia contra las mujeres; d) las instituciones de educación deben entrar al tema no sólo con crear protocolos para evitar castigar a agresores, sino con investigación, con apoyo a víctimas.

La tarea de la erradicación de la violencia contra las mujeres es integral y plural