miércoles, 25 de noviembre de 2015

Homicidio y feminicidio

FEMINICIDIO Y HOMICIDIO
Colaboración para el programa A Detalle en Global Media
18 DE NOVIEMBRE DEL 2015

La violencia es un hecho social aprendido y que se alimenta de la desigualdad que hay entre las personas por razón de la edad, de los grupos étnicos,  de la religión, de la clase social. Hemos naturalizado la violencia y se ha extendido por parte de personas que no conocen los derechos que tenemos y sobre todo porque no reconocen nuestra dignidad como seres humanos.

Las prácticas violentas se valen de la fuerza que se tiene sobre los otros para resolver un problema o imponer la voluntad. La violencia cuando es atravesada por cuestiones de género, los hombres buscan hacer ver su hombría y su poder frente a las mujeres o a los hombres que consideran débiles, y cuando se quiere imponer la voluntad del hombre –macho. Un ejemplo de estas desiguales relaciones de poder y de violencia son las que se dan en la familia entre padre y madre, entre hijos , entre hijas, que se van reproduciendo de generación en generación.

La violencia por cuestiones de género parten de una visión biológica entre hombres y mujeres, de aspectos psicológicos, sociales, del contexto, del ambiente, entre otros. Esta violencia tiene ese origen en la desigualdad , en las relaciones de poder que se han dado entre hombres y mujeres, y que va más allá de las situaciones que trascienden el ámbito de la discriminación  y la cultura donde domina el patriarcado, y que tienen que ver además con los estereotipos de y la discriminación por género  y que se dan en contra de lesbianas, travestis y transgeneros.[1]

La violencia contra las mujeres tiene varias características una de ellas es la invisibilidad, en donde hemos naturalizado que la violencia en la relación de pareja es un asunto de la vida íntima y la otra es la impunidad, porque naturalizamos la práctica de violencia y discriminación.
La Convención Belem Do Pará para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer define “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”. Distingue la violencia contra la mujer en tres modalidades: física, sexual y psicológica.  [2]

El extremo de la violencia ahora la podemos distinguir y un feminicidio tipificado como tal en el Código Penal del Estado desde el 2011, y reformado el año pasado   es aquel en el que la violencia se lleva al extremo y una mujer es víctima por su propia condición de desigualdad frente a un hombre.

ARTÍCULO 135. Comete el delito de feminicidio quien priva de la vida a una persona del sexo femenino por razones de género. Se considera que existen razones de género cuando ocurra cualquiera de las siguientes circunstancias:
I.              Exista o haya existido una relación de parentesco; afecto; docente; o laboral, o cualquier otra que implique amistad, confianza, subordinación o superioridad, entre la víctima y el agresor;
II.            Existan en la víctima signos de violencia sexual de cualquier tipo;
III.           Se halla infligido a la víctima, lesiones, o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia, y
IV.           Existan antecedentes de cualquier tipo de violencia sexual, física, psicológica, patrimonial o económica, producidas en el ámbito familiar; laboral; o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima. Este delito se sancionará con una pena de veinte a cincuenta años de prisión, y sanción pecuniaria de dos mil a cinco mil días de salario mínimo.
Mientras que el homicidio:
ARTÍCULO 126. Comete el delito de homicidio quien priva de la vida a otro. Incurre en homicidio por omisión, quien teniendo el deber de cuidado hacia un enfermo, incapaz, o menor por razones de cercanía o parentesco se abstenga de prestarle protección o impida su tratamiento médico, influyendo con tal indolencia en su muerte.


De las sanciones. Para homicidio la pena es de 8 a 20 años de prisión y sanción pecuniaria ochocientos a dos mil días de salario mínimo. En el caso de que el responsable del homicidio de su ascendiente o descendiente consanguíneo en línea recta; hermano; adoptante o adoptado, cónyuge; concubina o concubinario; u otra relación de pareja permanente, con conocimiento de esa relación, se le impondrá una pena de veinte a cuarenta años de prisión, y sanción pecuniaria de dos mil a cuatro mil días de salario mínimo, y pérdida de los derechos que tenga con respecto a la víctima, incluidos los de carácter sucesorio. Artículo 131 del Código Penal.





[1]http://www.unwomen.org/~/media/headquarters/attachments/sections/library/publications/2013/2/feminicidio_mexico-1985-2010%20pdf.pdf?v=1&d=20141013T121833.
[2]http://www.unwomen.org/~/media/headquarters/attachments/sections/library/publications/2013/2/feminicidio_mexico-1985-2010%20pdf.pdf?v=1&d=20141013T121833

martes, 10 de noviembre de 2015

TIPOS DE VIOLENCIA

TIPOS DE VIOLENCIA
Colaboración para el programa A Detalle en Global Media
10 DE NOVIEMBRE DEL 2015

Hemos estado hablando de la violencia contra las mujeres, y en estos días algunos hombres y mujeres se han acercado para comentarme que hay mujeres que se están arropando a las leyes para obtener beneficios y deteriorar la economía, las emociones, la autoestima de muchos hombres que a pesar de que sufren violencia no se atreven a decir nada, porque no les van a creer.

Esto también nos hace reflexionar sobre muchos hombres que ejercen otra nueva masculinidad que no ven ni han visto conflicto de espacios de poder con respecto de las mujeres. También de mujeres que han crecido en una nueva cultura que no están dispuestas a ceder ni un paso los derechos que hemos alcanzado.

Los comentarios de muchos hombres van en el sentido de señalar nuevamente los aspectos biológicos como parte esencial de que las mujeres somos más fuertes (aguantamos un parto), como somos más inteligentes (administramos el hogar, trabajamos fuera de él, llevamos por buen camino a hijos e hijas), somos más resistentes física y muchas veces emocionalmente (es que nosotros todavía nos aguantamos de llorar). Veo nuevamente un “disfraz” de nueva masculinidad.

Si bien “ya no nos dan permiso “ para muchas actividades en las que tradicional e históricamente eran de hombres, ahora nos están poniendo con muchos atributos  que sin duda nos hacen mejores que los hombres. Volvemos al punto de inicio de muchas de las conquistas feministas. No estamos en una lucha de ser mejores que otros o que otras.

Somos diferentes biológicamente por supuesto, pero somos iguales por nuestra condición de género.

Según la Ley General de Acceso de las mujeres a una vida libre de violencia señala que trabajar con perspectiva de género y sobre todo en las instituciones tiene que ver con una
“(…) la visión científica, analítica y política sobre las mujeres y los hombres, que propone eliminar las causas de la opresión de género como la desigualdad, la injusticia y la jerarquización de las personas basada en el género, y promueve la igualdad entre los géneros a través de la equidad, el adelanto y el bienestar de las mujeres; contribuye a construir una sociedad en donde las mujeres y los hombres tengan el mismo valor, la igualdad de derechos y oportunidades para acceder a los recursos económicos, y a la representación política y social en los ámbitos de toma de decisiones”.[1]

Darle mucho peso a nuestras condiciones biológicas sin duda nos abre el espacio para que se acentúen  las diferencias,   con lo que crecen los factores que factores que provocan una cadena de violencia contra la mujer. La propia ley nos advierte de los tipos de violencia:  Física, Psicológica, Patrimonial, Económica, Sexual, Laboral, Docente, Feminicida.

VIII. Violencia Feminicida: es la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social y del Estado, y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres (…)[2]

Se han dado muchos estudios para medir la percepción de la violencia por parte de las mujeres, uno, por ejemplo es el que se mide por el Índice de Desarrollo Humano, que se genera con la medición de suicidios, mortalidad materna, porcentajes sobre mujeres que concluyen la educación básica,  porcentaje de mujeres incorporadas al trabajo remunerado, el número de nacimientos, la demanda de métodos de anticoncepción, edades en que la mujer se convierte en madre, salario con respecto del varón, además del nivel de ingreso y si es o no cabeza de familia. Estos factores los establece el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, y la relación que existe comparativamente con las del hombre hacen que sea mayor o menor y en relación también con otras entidades del país. En la entidad en este índice ocupamos el lugar 23, que si bien no está del todo mal, hay factores que nos nuestras que hay vulnerabilidad  para las mujeres.

En la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, realizada por el INEGI en 2011, se observa que 78 de cada 100 de las mujeres casadas encuestadas o unidas fueron violentadas psicológicamente por su pareja aquí en San Luis Potosí, más de la mitad de las mujeres han recibido agresiones económicas por parte de su pareja, asimismo 22 de cada 100 potosinas han sido agredidas físicamente, 11 de cada 100 mujeres en el estado fueron violentadas por su pareja sexualmente. [3]

Todos los días mujeres en nuestro estado viven violencia. No estamos generando el cambio para que hombres y mujeres vivamos plenamente iguales. La podemos contribuir a crear un clima de violencia feminicida, porque entonces estamos recurriendo a la microviolencia para acentuar las diferencias que pueden insensibilizarnos como sociedad con respecto de las desigualdades entre unos y otras.



[1]http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/programas/mujer/5_LegislacionNacionalInternacional/Legislacion/Estatal/San%20Luis%20Potos%C3%AD/B/Ley%20de%20Acceso%20de%20las%20Mujeres%20a%20una%20vida%20libre%20de%20violencia.pdf
[2] Ibid.
[3] http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/estudios/sociodemografico/mujeresrural/2011/slp/702825050726.pdf

lunes, 2 de noviembre de 2015

DIA INTERNACIONAL PARA PONER FIN A LA IMPUNIDAD DE LOS CRÍMENES CONTRA PERIODISTAS.

DIA INTERNACIONAL PARA PONER FIN A LA IMPUNIDAD DE LOS CRIMENES CONTRA PERIODISTAS.

Colaboración para el programa A Detalle en Global Media
02 DE NOVIEMBRE DEL 2015

Para los  y las periodistas y comunicadores realizar su tarea ha sido complicado, difícil, con un clima adverso y hostil para realizar su trabajo que es mantener informada a la población.  Hemos hablado desde siempre de la importancia que tiene para una sociedad democrática contar con  medios de comunicación libres, independientes,  plurales.  Que periodistas puedan llevar a cabo su trabajo sin tener las amenazas e intimidades de  los grupos que mantienen el poder.

El periodismo ha sido un eslabón clave para que la sociedad tengamos conocimiento de las diferentes acciones que realizan las autoridades y en general grupos que mantienen el poder y el control, pero en México ser periodista es una profesión de alto riesgo. Según Reporteros sin Fronteras en 2015 ocupamos el lugar número 148  entre 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de prensa [1]   en lo que va del año han asesinado a tres periodistas.

Además advierte que “México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas; las amenazas y los asesinatos a manos del crimen organizado –incluso de las autoridades corruptas– son cosa de todos los días. Este clima de miedo, junto con la impunidad que prevalece, genera autocensura, perjudicial para la libertad de información “ [2] 

De acuerdo con los datos de esta ONG en los últimos 10 años han sido asesinados más de 80 periodistas y 17 han desaparecido,  se reporta que en 2013 varios periodistas de San Luis Potosí, concretamente del periódico Pulso fueron víctimas de una “ Campaña de odio Anónimo” [3]en redes sociales  debido que resultaron incomodos los textos para el Gobierno del Estado.

Para atender los casos de delitos contra periodistas se creó en 2006 la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión, datos que ofrece desde enero de 2000 a enero de 2015  menciona que se han cometido 103 homicidios en contra de periodistas, ninguno de ellos registrado en San Luis Potosí, pero si Reporteros sin Fronteras documentó la desaparición de  dos periodistas una de ellas es Adela Jazmín Alcaraz López del noticiero nocturno de  Canal 12 de Rioverde, que  desapareció el 26 de octubre de 2012.

Es en San Luis Potosí si bien no se han registrado homicidios si se han dado dos desapariciones que siguen sin esclarecerse,  es un foco roco toda vez que nos encontramos en la Zona Noreste que comprende los estados de Coahuila Durango Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas, [4] que es una de las región en la que sean registrado más homicidios en contra de periodistas. Se tienen registradas 7 averiguaciones previas, cuatro en 2012 y tres en 2014.

Desde la creación de esta Fiscalía Especial se tienen presentadas 652 denuncias [5] de las que sólo a 100 periodistas se les han otorgado medidas cautelares. Por lo que en este día es necesario reflexionar sobre los delitos a que se somete un periodista una periodista, que va desde las amenazas, abuso de autoridad, daño en propiedad ajena, acceso ilícito a los equipos de informática y telefonía celular, privación ilegal de la libertad, robo, lesiones, intimidación, entre una larga lista. [6]




[1] Reporteros sin fronteras http://index.rsf.org/#!/
[2] https://es.rsf.org/report-mexico,184.html
[4]http://www.pgr.gob.mx/Fiscalias/feadle/Documents/INFORMES/2015/ESTADISTICAS%202015%2001%20ENERO%202015%20totales.pdf
[5]http://www.pgr.gob.mx/Fiscalias/feadle/Documents/INFORMES/2015/ESTADISTICAS%202015%2001%20ENERO%202015%20totales.pdf
[6] Ibid pág. 12.