La
brecha digital para las mujeres
Las mujeres obtienen menos beneficios
del acceso digital, esto se convierte en una brecha que debe subsanarse para
evitar el incremento de las desigualdades entre las personas.
Las nuevas
Tecnologías de la Información (TIC´s) podrían considerarse como un elemento
crucial para favorecer el intercambio y flujo de información sin ningún tipo de
discriminación, sin embargo la difusión de datos a través de internet y de
todos los mecanismos que de ahí emergen (blogs, redes sociales, emails, etc.)
no se lleva a cabo en un marco de igualdad y equidad, y en ello intervienen los
procesos de una sociedad de consumo y de mercado, esto quiere decir que muchas
personas especialmente mujeres, no cuentan con los recursos económicos
suficientes para hacer frente a los cambios tecnológicos.
Es una
de las brechas que se está gestando y que corresponde en una primera instancia
resolver al Estado, y no puede solo limitarse al acceso de internet [1] sino a los usos e intensidad de éste. Hablar de una brecha digital se refiere a
quienes sacan provecho de la cercanía con las TICs y quienes no lo pueden
obtener por su condición social y económica.
No
cabe duda que la brecha digital de género agravará las diferencias
profesionales y laborales, en términos de salarios, estabilidad de empleo,
entre otras, y además limita ya el desarrollo del comercio electrónico, retrasa
las innovaciones en los servicios públicos (como darse de alta a servicios a
través de internet). Si esta brecha se sabe manejar adecuadamente se reducirán,
muchas de las desigualdades por las que han luchado durante décadas colectivos
feministas.
De
acuerdo con datos de la Organización de Naciones Unidas [2] en América Latina en el periodo del 2001 al
2002 (hace una década) se registró un crecimiento de un 35 por ciento de
usuarios de internet, es decir de 17.6 se pasó a 35.4 millones de cibernautas,
y de este número el 35 por ciento son mujeres, de acuerdo con el estudio sobre
Comercio Electrónico y Desarrollo de la ONU, la cifra es alta, pues en Europa
apenas un 25 de los usuarios de internet son mujeres.
Los
grupos de mujeres que tienen acceso a internet están alfabetizadas y tienen un
nivel de educación media y superior, además tienen poder adquisitivo para pagar
la conexión ya sea en su hogar, en un cibercafé y ahora a través de su
Smartphone.
En
México y de acuerdo con datos del INEGI [3] sobre el número de usuarios y usuarias arroja
que las mujeres representan el 49.3% y los hombres el 50.7 por ciento.
Distribución de los usuarios de Internet por sexo y rango de edad [4]
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Sexo y edad
|
Total 2009
|
Porcentaje
|
Total 2010
|
Porcentaje
|
Mujeres
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13.5 millones
|
49.6%
|
16.2 millones
|
49.3%
|
Hombres
|
13.7 millones
|
50.4%
|
16.6 millones
|
50.7%
|
12 a 17 años
|
7.9 millones
|
29.1%
|
8.7 millones
|
26.5%
|
18 a 24 años
|
6.3 millones
|
23%
|
7.5 millones
|
23%
|
25 a 34 años
|
4.7 millones
|
17.2%
|
5.7 millones
|
17.3%
|
35 a 44 años
|
3.5 millones
|
12.8%
|
4 millones
|
12.3%
|
Son
apenas 13.5 millones de mujeres de las 57 millones que somos, las que emplean
el internet principalmente para obtener información , para comunicarse, para la
educación, la capacitación y, en cuarto orden para el entretenimiento, en
porcentajes mínimos lo emplean para la banca electrónica o interactuar con el
gobierno.
Se debe
buscar que los usos de internet estén relacionados con el terreno laboral, para
que las mujeres tengan las mismas oportunidades en situaciones como la
maternidad, ya que en muchos de los casos tienen que abandonar su actividad
laboral durante los primeros meses de vida de su recién nacido. Pero además
debe ser una vía para apoyo y defensa de los derechos de las mujeres para el
acceso a nuevas oportunidades de estudios y de trabajo que no están disponibles
en los medios de comunicación tradicionales.
Las nuevas
tecnologías deben ser aprovechas para disminuir las diferencias entre hombres y
mujeres, sin embargo el mundo virtual pareciera de pronto que es una extensión
del mundo real, en cuanto a convertirse en una prolongación de las mismas
injusticias históricas y desigualdades, y que especialmente son vulnerables
mujeres e infantes. Pero las ventajas las debemos tener presentes para
potencializar los usos del internet en provecho de abatir esas desigualdades.
El
comienzo de ciberfeminismo de apoyo a través de la web a mujeres para
educación, trabajo y conciencia política se dio a partir de 1993 en la
Asociación para el Progreso de las Comunicaciones con la integración del grupo
APC-Mujeres, en España, Australia e Inglaterra.
En
México está la Asociación Mexicana de Mujeres Organizadas en Red (AMMOR) apoya
a grupos de mujeres rurales y urbanas, que buscan la equidad e igualdad , de
acuerdo con su página de internet agrupa a más de 200 organizaciones de mujeres
de 15 estados del País. Esto nos brinda un panorama sobre la situación de las
mujeres con respecto del uso de las nuevas tecnologías, a pesar de que los
porcentajes de usuarios y usuarias son casi similares entre hombre y mujeres,
el aprovechamiento que se hace aún no es significativo para su crecimiento
educativo, cultural y laboral.
[1] http://www.mujeresenred.net,
consultado abril 2015, La segunda brecha digital y las mujeres,
Cecilia Castaño Collado.
[2] http://www.mujeresenred.net,
Mujeres TIC y Transparencia, Valeria Vilardo, consultado abril 2015.
[3] http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/comunicados/modutih10.asp,
consultado el abril 2015.
[4] Idem.