jueves, 23 de abril de 2015

FEMINICIDIO, ÚLTIMO ESLABÓN DE LA CADENA DE VIOLENCIA DE GÉNERO

FEMINICIDIO, ÚLTIMO ESLABÓN DE LA CADENA DE VIOLENCIA DE GÉNERO
POR GLORIA SERRATO

Escuchamos muchas veces voces a nuestro alrededor en el sentido de que las mujeres somos responsables de que los hombres actúen violentamente en contra nuestra, pues nosotras somos los que los educamos, las que los guiamos, las que los formamos. Esa responsabilidad socialmente adquirida a partir de las diferencias biológicas nos ha limitado y nos ha encargado que asumamos este compromiso a través de los tiempos, por lo que si un varón es violento la carga de culpas se va de manera instantánea a las mujeres, tanto la madre, o la novia, o la esposa, o la alumna, o la niña.
Esas voces son aún más graves cuándo nos dicen “que tonta, cómo no lo deja, seguro le gustan las golpes, los golpes ingren” estas expresiones son cotidianas cuando nos enteramos de mujeres que son víctimas de violencia por su condición de género. ¿Cómo romper este círculo que nos envuelve y nos juzga? ¿Cómo atenuar la culpa social que nos han asignado a las mujeres? Somos responsables simbólicamente de la violencia que nos propinan, pues el contexto social se ha encargado de reforzarlo. Desde la religión, dominada por hombres, en las que es la propia biblia y toda la leyes que rigen a las jerarquías religiosas, que parten de la idea de que la mujer es inferior al hombre, Surgimos de él, de un costado, solo por citar este ejemplo.
Sin embargo coincidió completamente con la propuesta de la doctora Julia del Carmen Chávez Carapía, del centro de Estudios de la Mujer de la Escuela Nacional del Trabajo[1]  en el sentido que “la violencia es una elaboración social en la que intervienen la estructura económica, política y cultural para reproducir la construcción de las relaciones violentas es decir hay un efecto en la mente del individuo que termina por asumir los valores que su contexto social le determina; por tanto, reproduce en su vida cotidiana y de una generación a otra, relaciones de poder, dominación y sumisión tanto en la socialización familiar como en la contextual que implica los ámbitos social y cultural”.
Así que, desde éste punto de partida, no podemos hablar de que sólo es competencia de la mujer la respuesta a saber por qué es víctima de violencia y las razones por las cuáles no abandona la situación que la lleva en mucha de las ocasiones a la muerte.
Una perspectiva de estudio sobre la muerte de las mujeres en situaciones violentas a manos de un agresor que generalmente es su familiar directo, esposo, padre, novio, etc. se ha centrado en el estudio de la víctima y del agresor, dejando de lado muchos elementos de significación que nos hablan del problema fundamental: la violencia social que engendra y reproduce actos violentos contra personas que casi siempre son las más vulnerables, como son los niños y  niñas, adultos mayores y mujeres.
Tenemos que remitirnos a varios aspectos para identificar los factores que llevan a una mujer a entablar una relación que incluya sentimientos con una persona que puede conducirla a una vida cargada de actos violentos y quizá hasta asesinarla, entre ellos interrelacionar los espacios público y privado. Para ello, se ha hecho un seguimiento periodístico de los últimos meses en San Luis Potosí, saber qué se lee sobre el tema, el manejo de la información que se hace y el seguimiento que en algunos casos puede llevar una información.

Metodología:
Esta investigación la centramos en el análisis de los textos periodísticos de los medios de comunicación impresos El Sol de San Luis, El Pulso, La Razón, El Mañana de Ciudad Valles y La Jornada. El periodo de análisis son los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre del año 2012, se llevó un seguimiento periodístico de los actos violentos contra mujeres, dividiéndolos de la siguiente manera:
Asesinatos y Suicidios
Violaciones
Violencia de hombres a sus parejas
Violencia en general
Información de las instituciones sobre la violencia
Caso Karla Pontigo
Al llevar a cabo la revisión de los textos periodísticos fue necesario separar la información en estas clasificaciones presentadas, pues es importante reflexionar sobre las causas que originan que un hombre mate a su pareja, o la lleve al límite de sus emociones para que tome la decisión de quitarse la vida. Fue importante tomar como base de este análisis dos estudios sobre el tema, uno de ellos es el ya cita de la Doctora Julia del Carmen Chávez y el otro emprendido por la Maestra Julia Estela Monárrez Fregoso “La cultura del feminicidio en Ciudad Juárez, 1993-1999”[2]   El primero es una referencia para identificar con claridad la importancia del contexto cultural y social para identificar la violencia como un proceso de socialización y el otro documento, nos fue de utilidad para identificar un mecanismo para contar con datos sobre asesinatos de mujeres, toda vez que no existen a la fecha cifras oficiales emanadas por un banco de datos de las instituciones gubernamentales.

Asesinatos y suicidio
Se localizaron 22 textos periodísticos, que hacen referencia a 13 muertes de mujeres, de las cuales sólo tres podrían ser muertes vinculadas al crimen organizado.
En el mes de junio una joven adolescente Lupita Viramontes de 15 años fue asesinada por su ex novio y dos primos de él, la secuestraron, la asesinaron y pidió rescate haciendo creer a los padres de la menor que estaba viva. 
En septiembre ejecutan a dos jóvenes mujeres, de las que no se escribieron sus nombres, una de ellas logró llegar con vida al hospital pero ya ahí, tuvo una muerte que le pareció extraña a su familia. Estas muertes aparentemente tenían las características de hechos relacionados con el crimen organizado. Además una adolescente de 16 años fue estrangulada por su tío (que no señala el texto periodístico el nombre de la menor) relata el texto periodístico que el tío se molestó porque la jovencita conversaba con algunos amigos y la asesinó por estrangulamiento. Y una joven maestra a manos de su esposo el 10 de septiembre, en el municipio de Villa de Ramos.








[1] CHAVEZ CARAPIA, JULIA DEL CARMEN, Violencia Familiar, Cuadernos de Investigación del Centro de estudios de la Mujer, Número Uno, ETNS/UNAM, México 2005, 132 páginas.
[2] MONÁRREZ FREGOSO Julia Estela, “La cultura del feminicidio en Ciudad Juárez, 1993-1999”, Revista Frontera Norte, enero-junio, Vol. 12, número 23, El Colegio de la Frontera Norte, México, 2000.

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