lunes, 17 de septiembre de 2018

¿QUÉ NOS DEJAN? LEGISLADORA VAN, LEGISLADORAS LLEGAN, por Gloria Serrato


¿QUÉ NOS DEJAN? LEGISLADORA VAN, LEGISLADORAS LLEGAN
Colaboración para Global Media
17 SEPTIEMBRE DEL 2018.

Cada que empieza una nueva etapa tenemos un renacimiento de esperanza, de planes, de proyectos, de cambiar muchas situaciones para mejorarlas; cada ciclo nuevo es partir no de cero sino de lo que se ha avanzado. Nos pasa con casi todo, cuando cumplimos años, cuando cambia el gobierno, cuando se renuevan las legislaturas.

Esta semana que transcurrió vimos concluir una legislatura que mediáticamente fue la más lastimosa por las decisiones que tomaron y no se excluyó a nadie, porque los 18 diputados y las 9 diputadas estuvieron envueltos en un halo turbio de desvió de recursos, de tráfico de influencias, de acciones de corrupción, de prepotencia, de inexperiencia legislativa, por lo que pareciera que todo el trabajo de tres años estuviera mal realizado, como si sus decisiones incluso para nombrar servidores públicos que correspondían a ese poder no estuvieran hechas en un marco legal o como un mandato del pueblo.

A pesar de las circunstancias que movieron a la legislatura que se fue, es necesario revisar lo que se realizó en materia de género y de derechos humanos de las mujeres. Las grandes asignaturas pendientes fueron entrarle a los temas de matrimonio igualitario, cambio sexogenérico, aborto, tipificar como delito los crímenes de odio.

Las ideas parece que no siempre deben ser nuevas, en palabras de Michel Foucault, (2006)[1]  la historia de las Ideas trata la revisión de los discursos como un domino de dos valores, uno aquello que es inédito, original, algo que no tiene antecedentes, otro, el segundo las ideas triviales, cotidianas, masivas, repetitivas de lo que ya se ha dicho. En el primero de los aspectos se habla de la verdad como desprendida del error, es decir lo innovador revisa lo que se ha hecho en un periodo determinado y que a veces por la propia inercia del tiempo no lo podemos revisar con precisión y nos rebasa, lo que provoca que no haya nada original en lo que llevemos a cabo sino simplemente hacer las cosas que siempre se han hecho.

Desde este enfoque, me refiero al trabajo que realizaron las nueve diputadas locales que les correspondió ser parte de la historia política de San Luis Potosí porque fue con ellas como se consolidó la cuota de género. Como mujeres insertas en una sociedad que ha sorteado la violencia de género, el saldo no les favorece, hasta el 30 de julio de 2018, las mujeres diputadas habían llevado a la agenda legislativa 422 propuestas de iniciativas de reformas y nuevas leyes, de ese total sólo 198 fueron aprobadas y en muchas de ellas primero modificadas nuevamente en comisiones.

El tiempo se les fue, y por ejemplo en el mes de agosto se metieron una decena de iniciativas por parte de la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Género, que eran propuestas no tan nuevas, no tan originales, sino cambios necesarios exigencia del propio Instituto Nacional de las Mujeres.

Tuvimos una legislatura con representación que se denomina sustantiva, eso quiere decir que al representarnos a las mujeres otras mujeres, tenemos la oportunidad de que trabajen a favor de iniciativas de ley que favorezcan los cambios para alentar el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres, tuvimos, como escribiría Foucault , una legislatura con ideas tradicionales en cuanto a proponer cambios sustanciales, por ejemplo les interesó a ocho de las nueve diputadas reformar el Artículo Tercero de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y que tiene ver con las definiciones que de violencia debemos entender y que no derivaron en la propuesta de cambios para su aplicación, salvo lo relativo a violencia institucional, pero que fue propuesta por una magistrada del Tribunal Electoral y que fue víctima de violencia de este tipo.
Un foco de atención fue observar la gran cantidad de iniciativas propuestas tanto por los legisladores como las legisladoras, que sumaron un total de mil 503, hasta el día 30 de julio, de las cuales algunas fueron iniciativas ciudadanas, de ese total el 25 por ciento fueron propuestas de las diputadas, pero tomando en cuenta que se desecharon 224, sólo propusieron iniciativas que derivaron en una reforma, un 16 por ciento. Es una muy limitada actuación con una calidad pobre en cuanto al impacto de beneficio social con dichas reformas.

Hubo dos diputadas que su trabajo final fue más significativo porque la mayoría de sus propuestas de cambios y reformas fueron aprobadas, sin embargo la diputada que en apariencia era las más docta en conocimiento y trabajo en pro de las mujeres y en materia de género, hizo sólo 15 propuestas que aprobaron sus compañeras y compañeros, después de ella sólo hubo otra diputada que tuvo un pobre desempeño con 13 iniciativas aprobadas.

Las mujeres legisladoras tienen un reto muy grande en el desempeño de sus funciones, porque las expectativas de alcanzar la representación sustantiva nos dejó con la percepción de un trabajo que se llevaría a la tribuna en beneficio de todas las mujeres, y le tocó a esta legislatura saliente que se declarara la Alerta de Violencia de Género por parte de la Secretaría de Gobernación y esperábamos que su discurso siempre fuera apostar por cambios en las leyes que alentaran la igualdad real entre hombres y mujeres, y además de que se hicieran reformas que erradicaran la violencia contra las mujeres.

Hubo cambios en el Código Penal del estado que fueron significativos para castigar el feminicidio, delitos sexuales; incluso se propuso y aprobó una Ley de Centros de Justicia para Mujeres que no acaba de consolidarse en la práctica. Se quedaron muchas de las propuestas en las definiciones de violencia contra las mujeres, sin ir al fondo de los cambios que se requieren.



[1] FOUCAULT, Michel, La arqueología del saber, editorial siglo XXI, México, XXII edición 2006, pág. 236-249, Lo original y lo regular.

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