domingo, 24 de mayo de 2020

¿CUÁLES SON LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES?, por Gloria Serrato

 ·         ¿CUÁLES SON LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES?

Colaboración para Global Media:

https://www.globalmedia.mx/articles/-Cuáles-son-los-derechos-humanos-de-las-mujeres-

25 DE MAYO DEL 2020

Estamos en estas fechas aun pensando porqué hablamos de manera separada de derechos humanos para las mujeres, les invito a reflexionar sobre la importancia de recordar, -hoy 25 de mayo que se conmemora como cada mes el día naranja-  que en  la ley todas las personas tenemos los mismos derechos, pero que los esquemas culturales de nuestras diversas sociedades nos impiden que los disfrutemos plenamente. Pensemos en los espacios que hemos ganado las mujeres en materia de derechos humanos.

¿Por qué separamos derechos para las mujeres como si fueran derechos exclusivos para nosotras? Hace muchos años no teníamos los derechos de manera igual hombres y mujeres, y vayamos un poquito lejos en el tiempo a partir de que se formaliza la Declaratoria Universal de los Derechos Humanos el 10 de diciembre de 1948: donde se señala que todas las personas nacemos libre e iguales en dignidad y derechos. Las mujeres tenemos derecho en primer lugar a no ser discriminadas por nuestra condición de ser mujeres, tenemos derecho a no vivir violencia, tenemos derecho al trabajo y a salarios digno.

La principal acción que limita a muchas mujeres es precisamente la desigualdad que se genera a partir de la discriminación, que aún persiste en muchas sociedades,  por eso la ONU hace más de 40 años promovió la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación, se establecieron rutas de acción que debían seguir los gobiernos para alcanzar la igualdad de género, que ha sido uno de los trabajos más complejos porque es enraizar en el imaginario social que somos iguales en derechos y dignidad.

Por tanto la violencia contra las mujeres vista ya como un asunto de discriminación fue en un gran paso para que los gobiernos cambiaran, modificaran y crearan leyes en las que se sancionan estos hechos que nos ponían en una grave desventaja, porque la violencia es producto de un acto de poder contra una persona que no lo tiene. Por eso contamos ahora con instituciones que se dedican a la creación de políticas públicas en beneficio de las mujeres. Había que trabajar más en otros derechos como la educación, el acceso a la salud, la cultura, el empleo, la tecnológica, y también por una exigencia internacional relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Pero aun no estamos en igualdad de condiciones, la Plataforma de Acción de Beijing en 1985 señaló que los derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales, incluido el derecho al desarrollo, son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí: “Los derechos humanos y las libertades fundamentales son patrimonio inalienable de todos los seres humanos; su promoción y protección es la responsabilidad primordial de los gobiernos”.

Por tanto, tenemos derechos que se les han denominado civiles y políticos, que nos ponen en el mismo plano de igualdad a hombres y mujeres para poder participar en la toma de decisiones desde los espacios públicos. Ahora lo vemos como si fuera casi normal pero no ha sido así.

Justamente en esta legislatura local y la federal por primera vez tenemos paridad, este concepto se construyó a partir de una larga trayectoria de actividades de lucha de muchas mujeres para alcanzar ya no solamente cuotas en los congresos, denominadas de Género, que en México hasta hace unos años era del 30% posteriormente subió al 40%, hasta alcanzar lo que se denomina como paridad, que quiere decir que debe haber 50 por ciento de hombres y 50 por ciento de mujeres en las legislaturas y en general en los puestos públicos de toma de decisiones.

Este es un ejemplo del trabajo realizado para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, que continúa porque llegar a este punto no fue fácil, hay casos de violencia política contra mujeres que alzaron la voz para pedir igualdad plena.

Preguntémonos ahora si a pesar de que legalmente somos iguales ¿En los hechos lo ha sido?

Recordemos todas las acciones que ha implementado la Organización de Naciones Unidas y aún falta mucho por hacer, de 195 países adheridos sólo 143 garantizan la igualdad entre hombres y mujeres en sus constituciones, la discriminación de la mujer todavía está de manera indirecta, se puede reflejar en leyes y políticas, en estereotipos por razones de género y en lo más delicado que es en las normas y prácticas sociales, lo más difícil de erradicar es ese imaginario colectivo en el que hemos vivido y que debemos evitar que se siga reforzando de generación tras generación.

Hemos avanzado mucho en alcanzar esa igualdad plena, pero sí es importante que reflexionemos sobre los privilegios que cada una de las personas tenemos.

Nuestros Poder Legislativo, estatal y federal, es nuestro máximo órgano de representación popular, a ellos les corresponde la obligación de empatar los acuerdos y tratados internacionales de los que México forma parte y traducirlos a leyes que busquen alcanzar esa igualdad plena. El Congreso del estado en San Luis Potosí, dio muchos pasos en retroceso la semana pasada en cuanto a garantizar a las mujeres nuestros derechos sexuales y reproductivos protegidos en la Constitución.

Las mujeres tenemos derecho a estudiar,  tener pareja o no,  vestirnos como nos guste, decidir sobre nuestro cuerpo, sobre nuestra sexualidad y sobre nuestra reproducción sin presiones. Tenemos derecho a expresarnos libremente, a también hablar alto cuando tengamos que hacerlo y reclamar nuestros derechos sin el temor que existía antes de ser encarceladas, perseguidas o incluso asesinadas.

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