…¿Y LAS MUJERES? 8M
Colaboración
para Global Media
11
MARZO 2019.
La redacción de mis textos siempre ha sido en tercera persona, intento
escribir de manera impersonal, asumir posturas objetivas sobre las situaciones
de desventaja que tenemos las mujeres, sobre las violaciones a derechos
humanos, sobre las ausencias de políticas públicas en el ejercicio
gubernamental, entre otros temas siempre relacionados a la situación de
desventaja que vivimos las mujeres.
Este día ocho de Marzo 8M tuve
una serie de sentimientos encontrados: por un lado celebro con mucho gusto que
se lleven a cabo muchas actividades que visibilicen la problemática de
nosotras, eso es invaluable; cada vez somos más las que estamos hablando de las
carencias, de las omisiones, de nuestra esencia como personas, del
empoderamiento, también de temas que se dirigen a hacer sentir bien a muchas
mujeres; y otras más desde las instituciones de gobierno hablaron de los avances,
de los logros alcanzados. Pero por otro lado sentir si todas estas acciones
realmente llegan a las mujeres que lo necesitan.
Estas actividades que emergieron desde la sociedad civil organizada
desde hace muchos años para llevar a las mujeres información necesaria sobre
sus derechos, laborales, políticos, sexuales, reproductivos, de acceso a la
justicia, de vivienda, de salud, de equidad, de igualdad. Ahora podemos ver como
la Secretaria de Gobernación encabezó la marcha de mujeres en la Ciudad de
México, y las encargadas de la política pública de mujeres en San Luis Potosí ofrecieron
una rueda de prensa, para describir las actividades realizadas a propósito de
la conmemoración del 8M.
A nivel global muchas mujeres se congregaron para advertirnos que a
pesar de todas estas décadas de movilizaciones, de generar conciencia, de incidir
en reformas legislativas, las cosas no han cambiado mucho, hay varios temas en
la agenda de Mujeres: La tipificación homogénea del delito de feminicidio, el
acceso de las mujeres a la justicia con mayor eficiencia y rapidez; la no
criminalización de mujeres por el aborto, el acceso una vida laboral
igualitaria, el acceso a la salud de manera oportuna, la igualdad política.
Esta agenda, y otros temas, están flotando como políticas públicas,
porque están ahí ya como derechos pero no se garantizan de manera eficiente. En
el caso de nuestro país y particularmente de San Luis Potosí entre los temas
pendientes están el Feminicidio, el aborto, y la violencia política contra las
mujeres en razón de género.
El feminicidio está tipificado como delito con un protocolo para la
investigación que debe ser modificado y adecuado para el nuevo sistema de
justicia penal, y además revisar los casos de muertes violentas de mujeres transgénero
y transexuales para que se investiguen con dicho protocolo.
Por otro lado el tema del aborto está minimizado entre los legisladores
como tema de la agenda de género, con la intención de que no les alcance el
tiempo para adecuar el código penal y siga siendo delito grave. A nivel federal
vimos como pocos días antes de la conmemoración del 8M Nuevo León aprobó el
aborto en cualquiera de los momentos de la concepción, pasando de largo la
norma 046 para los casos de embarazo por violación, además de la desafortunada
declaración de la senadora Lily Téllez que se enfadó con su colega Dante
Delgado por haberle dejado en su curul un pañuelo verde, símbolo de la lucha a
favor del aborto de mujeres y hombres en Argentina, y ahí dejó su postura
completamente en contra.
Estos dos temas, sin tratar de excluir otros en grado de importancia, nos
están arrancando la vida por darle la vuelta a aceptar nuestros derechos
humanos.
Saliendo del Teatro de la Paz al que acudí para la entrega de los
premios a la Mujer Potosina del año, por la mañana había presenciado otra
entrega de premios hecha por el Ayuntamiento, caminé por las calles del centro
histórico y me detuve al lado de la Catedral, me senté y escuché la
conversación de varias mujeres. Ahí, de sus pláticas que me compartieron con la
mirada, le escuché a una de ellas hablar de que los domingos le toca barrer las
vías luego de la instalación del Tianguis del Rebote, rola turnos como
trabajadora de limpieza municipal, y el domingo quiere llegar temprano a
preparar todo para que sus hijos e hija vayan al otro día a la escuela.
Me replanteé ahí mismo si las
estrategias a favor de las mujeres si quieren de verdad acabar con las
desigualdades, sí las acciones afirmativas de verdad se han concretado como
para que esta trabajadora aluda a su condición de rol de género y le eviten ese
turno. Repensé si hay una atención particular a las mujeres adultas mayores en
condición de abandono.
La información no es equitativa, no llega a todas por igual, se
desconoce que hace el Instituto de las Mujeres, ni siquiera saben que hay un
Centro de Justicia para las Mujeres al que pueden acudir si sufren violencia, y
a la mejor van pero no entienden que para ella el empoderamiento se hará
posible una vez que acceda a la justicia, que su agresor sea castigado y
cambié.
Esta semana agradecí el viraje que tuvo el gobierno federal con respecto
de la aplicación de recursos federales para los refugios para mujeres en
condiciones de vulnerabilidad por violencia extrema, agradecí que estuviera como
Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero y que hiciera toda una movilización
para revisar varios temas que están pendientes como es la eficacia de las Alertas de
Violencia de Género, revisar las políticas públicas federales para identificar
si el resultado se concreta en erradicar la violencia contra las mujeres, si
efectivamente una mujer como la trabajadora municipal o la señora adulta mayor
están fuera del riesgo que implica ser mujer en este país.
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