VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO
Colaboración
para Global Media
12
MARZO DEL 2018.
El noviazgo es una relación de afecto más allá de la amistad entre dos
personas que pretenden conocerse a fondo seguramente con el objetivo de
emprender un proyecto de vida por tiempo duradero. Esta definición es la que comúnmente asociamos
y que pensamos que se trata de probar la experiencia de convivir en pareja.
Las relaciones humanas deberían siempre basarse en la comunicación, en
el respeto, en la tolerancia y en la responsabilidad, pero no es así del todo,
en el diario convivir en los diferentes espacios como son el hogar, el trabajo,
la escuela, la comunidad, se generan conflictos muchas veces por la ausencia de
respeto y tolerancia.
Cuando dos personas jóvenes, adolescentes, inician una relación que no
siempre le llaman noviazgo, está presente la idealización del amor, y la poca
experiencia en cuanto las relaciones humanas, esto ocasiona que difícilmente se
puedan observar detalles que dan pie a actos de violencia, como son los celos,
el control, el aislamiento, los golpes, los chantajes, la presión psicológica.
Hay signos de alerta de la violencia en el noviazgo, la página web del
CONAVIM (Consejo Nacional de Violencia contra las Mujeres) advierte de la
violencia en el noviazgo y menciona algunos como son que la pareja cele en
exceso, que intente controlarle, que le
diga que debe hacer y que no, que ropa le queda mejor, que le presione o manipule para hacer algo que no quiere, que
le aleje de la familia, que no le guste
que salga con sus amistades, hay presiones emocionales, chantajes.
Todos estos son síntomas de violencia que es necesario poner un límite
y hacerles ver a las personas jóvenes
que el amor verdadero, las relaciones
saludables y de de noviazgo se deben basar en la igualdad, en el respeto,
en el independencia.
Nos corresponde a las personas adultas enseñar para prevenir que las relaciones de amor no pueden ni deben
estar vinculadas a la sumisión, al sacrificio, a aguantar, importante hacer ver
que los celos, los reclamos, y las formas de control tarde o temprano llegan a
convertirse en hechos de violencia.
Además es muy importante hacerles ver tanto a las chicas como a los
chicos que las relaciones humanas son complejas, que con la edad no alcanzamos
a comprenderlas pero si a ver ejemplos que nos ayudan a no repetir situaciones
que nos lastimaron; es importante señalarles que observen y tengan en
consideración que hay muchos factores que determinan la visión de lo qué es el
amor:
Entre estos factores está la familia, el entorno, la escuela, los amigos
que nos moldean lo que está bien o lo que está mal en una relación, los medios
de comunicación ayudan a reforzar muchas de las ideas que se tienen; por lo que
debemos guiarles a los adolescentes o adultos jovenes para que se alejen de
comportamientos sexistas y machistas, que eviten además que puedan colocarse en
situaciones de riesgo y que derivadas de ellas sean susceptibles de delitos.
Nos ha hecho mucho daño la cultura del amor romántico, que está marcado
por roles y estereotipos de género, y que condiciona en muchas de las
situaciones relaciones destructivas y toxicas, esa idealización del amor
provoca que sobre todo muchas personas acepten y toleren una relación en la que
el amor se materializa con el control y sufrimiento de la pareja, arraigando
estereotipos sobre lo que debe ser el hombre.
Quienes se ven más violentadas en las relaciones de noviazgo son las
mujeres, a nivel nacional el 66.1 por ciento de las mujeres ha sufrido un
incidente de violencia a lo largo de su vida [1],
según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares
de ese total el 49 por ciento sufrió violencia emocional, el 34 por ciento
violencia física y agresión sexual, iniciando la violencia desde la etapa del
noviazgo, apenas un 20 por ciento de las mujeres que lo padeció ponen denuncia
y no lo hacen por temor a las represalias de la pareja y que esto se
relacionado a la falta de una adecuada red familiar de apoyo.
La violencia en el noviazgo la hemos visto como agresión física con
golpes, moretones, heridas que algunas ocasiones ameritan hospitalización; a
consecuencia de la violencia física y de la sexual por parte de la pareja, la
víctima tiene secuelas emocionales como tristeza, depresión, angustia, miedo, trastornos alimenticios y la idea de quitarse la vida.
Es muy importante apoyar a las personas jóvenes o a quienes inician una
etapa de noviazgo a que puedan identificar las señales de alerta y que puedan
además tener con redes de apoyo para cuando requieran de ayuda.
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