lunes, 9 de enero de 2017

VIOLENCIA EN INICIO DE AÑO

VIOLENCIA EN INICIO DE AÑO
Colaboración para el programa A Detalle en Global Media
09 DE ENERO DEL 2017

La responsabilidad en cada una de las acciones que realizamos, en la toma de decisiones que hacemos, es muchas de las veces un acto individual, quizá motivado por las personas que nos rodean, pero es absolutamente un evento del libre albedrío, cuando esa decisión o acción repercute en otras personas, y no alcanzamos a medir el impacto que podrá tener entonces ¿estamos siendo irresponsables?.

Desde que somos personas en crecimiento nos advierten de los riesgos de no pensar en los demás antes de hacer algo, cuando lo que una persona realiza sólo le afecta a ella misma, sin duda alguna está en toda la posibilidad de ejercer con plena libertad una reflexión y tomar una decisión. Pero cuando eso que hace afecta a otras personas e incluso está consciente que les puede ocasionar un daño, por supuesto que se actúa con total irresponsabilidad.

Cada vez que le damos like a un mensaje que vemos en internet, en redes sociales y lo reenviamos sí debemos hacer un acto reflexivo del efecto que pueda llevar, es imprescindible en estos momentos verificar la información y compararla, porque en los primeros días de este año se empezaron a reenviar mensajes que alertaban de la posibilidad de saqueos y de actos de violencia, muchos de ellos eran reenviados por Trolles y Bots, es decir por programas cibernéticos que de alguna manera querían afectar la libre manifestación de las ideas que realizamos en internet.

Desde mi postura como comunicóloga, especialista en información y atención a personas en situación de víctimas, hemos visto que las personas no leemos los mensajes largos que se publican sobre todo en internet y sus redes sociales, pero si le damos like y lo reenviamos, sin verificar que aquello sea de una fuente confiable o de una persona real.
Las personas hemos encontrado una nueva forma de manifestarnos, de exponer lo que pensamos, de casi con plena libertad decir la postura que tenemos de determinados temas como son de política, de economía, de finanzas, más aún con lo que estamos observando en estos días iniciales de 2017. Pero no todo es una forma libre de pasar de la manifestación de la calle a las redes sociales. Vimos la semana anterior videos de saqueos en centros comerciales, de personajes encapuchados que decían que tomarían gasolinerías, y vimos cómo se difundió la idea de ya no comprar en tiendas de capital extranjero.

Muchas personas fuera de las redes sociales estaban atemorizadas de que pudiera iniciar una ola de robos en las viviendas, en sus bienes, y vimos cómo se empezó y se promovió un acto de violencia simbólica que nos ha sumido nuestras casas, en no salir ni a los centros comerciales para evitar la posibilidades de tumultos por probables tomas y saqueos de los negocios.

La violencia simbólica es una práctica que han ejercido quienes están en el poder, el sociólogo francés Pierre Bourdieu introduce el concepto como tal al señalar que es “(…) una coerción que se instituye por mediación de una adhesión que el dominado no puede evitar otorgar al dominante (…)” [1] y que de alguna manera es legitimado por agentes sociales, que actúan en diferentes espacios como el económico, el político, escolar, el cultural, etc., y normalizan muchas de las acciones que llevan a cabo quienes gobiernan.

Por supuesto que Bourdieu en un sentido teórico nos explica los mecanismos que se llevan a cabo para determinar cómo estos agentes logran contribuir en la construcción de un mundo con sentido para las personas, de tal manera que cuando dan sus puntos de vista de determinados temas, consideramos que es válido y que tienen la razón para asumir tal o cual postura. La teoría cabe muy bien para explica el nuevo fenómeno de la violencia del siglo XXI, en el que se está utilizando los mecanismos tecnológicos que se tienen.

Hemos visto en días anteriores y al estilo de la película Wag the Dog, Escandalo en la Casa Blanca, como se dieron a conocer informaciones que no se confirmaban de lugares en los que se saqueaban tiendas de autoservicio, hasta que hubo hechos reales en lo que las personas optaron en medio de la psicosis de acudir por productos básicos, y otros que podían revender, pudimos ver en esos vídeos captados aparentemente con teléfonos móviles y difundidos en las redes sociales,  muchas personas que corrían de un lugar a otro para sacar de las tiendas llantas, colchones, televisores, alimentos, y otras más, asustadas sin moverse para evitar ser magulladas.

Estos hechos sin duda nos lastiman como sociedad, pero más nos erosiona no investigar y no informarnos de lo que está ocurriendo. Si vamos a ser activistas en redes e internet lo más importante es siempre actuar con responsabilidad de las consecuencias de un like o un retuit. Y Si vamos a las calles a manifestarnos que sea como se hizo este sábado 07 de enero en San Luis Potosí de manera pacífica.




[1] BOURDIEU, Pierre, WACQUANT, Loic, J.D., Respuestas, por una antropología reflexiva, Editorial Grijalbo, México, 1995

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