VIOLENCIA
EN TIEMPOS DE CONSTRUCCIÓN
Colaboración
para el programa A Detalle en Global Media
10 OCTUBRE
DEL 2016.
En
estos tiempos parece que una de nuestras prioridades es tener información lo
más rápido que sea, aunque para ello la información… no sea verdadera. Es más
ni siquiera en muchas de las ocasiones ha sido comprobada para determinar si es
apegada a los hechos que realmente ocurrieron.
Desde
los años ochentas la información es parte prioritaria, vivimos una era de la
información y el conocimiento, hemos transitado de una sociedad del
conocimiento, luego por una de la información y ahora pareciera que una
sociedad del control[1] en la que se dibuja un mayor control por
parte del estado para informar a las personas de los hechos. Esto tiene que ver
porque las grandes transiciones de la humanidad están marcadas por situaciones
de conflicto y bélicas.
La
información ha jugado un rol crucial en
cada etapa histórica, los medios son los instrumentos que se emplearon para
llevar los mensajes a la población, ha habido etapas en las que la información
ha sido relativamente libre, quien se opone ha sido el Estado que de alguna
manera establece límites con regulaciones que determinan su
funcionamiento. Ahora estamos en una
etapa en la que ha habido muchos cambios también vinculados a la necesidad de
preservar los derechos fundamentales y humanos de las personas, a observar las
desigualdades para disminuir las brechas que impiden el desarrollo equitativo y
justo de todos.
Hay un
elemento que me parece clave y que es el discurso, el que se dice en las
conversaciones cotidianas, en que se escribe, el que se difunde por las redes
sociales.
El
discurso sobre la violencia y la inseguridad genera incertidumbre, está dotado
de un cierto poder social que se impone como pensamiento colectivo y que con la
transmisión y reproducción de información y noticias, se va interiorizando en
la conciencia.
¿Qué
pasa con la información sobre violencia, sobre inseguridad, sobre víctimas?
¿Qué ocurre cuando la información no es verificada? Todas las personas tenemos
el derecho de expresar con libertad nuestras ideas y no ser molestados por ello. Se hace
necesario en tiempos de una mayor difusión que como sociedad estemos preparados
en la responsabilidad que implica, antes esa tarea se la delegábamos a
periodistas, a los medios de comunicación, hoy cada uno de nosotros somos un
medio en sí mismo que mediante nuestras redes sociales vamos dando información
sobre nuestra forma de pensar, de ver los hechos, de construir realidades.
Estamos
construyendo y difundiendo un discurso social[2]
que proyecta nuestros temores, nuestras dudas, nuestras inseguridades. Ese
discurso es lo que se dice, lo que se piensa, lo que escribe, lo que se
imprime, lo que se transmite en redes. Estamos en estos días reproduciendo un
discurso de temor y poca confianza en las autoridades de todos los niveles
debido a hechos violentos que han concluido en víctimas de homicidio, femincidio,
secuestros, desapariciones.
Sin
embargo no nos hemos detenido en pensar en la persona que sufre porque su
familiar vivió un hecho delictivo que le esta cambiando el rumbo de su proyecto
de vida. Como miembros de una comunidad en redes sociales, retransmitimos
información que tiene que ver con la responsabilidad del estado, qué
efectivamente si la tiene, pero nos hemos detenido muy poco a saber qué está
pasando con la familia que ha perdido a uno de sus miembros, cómo superan el
dolor, cómo ven la respuesta a veces nula del Estado para resolver el evento
delictivo, cómo viven hasta concretar
nuevamente su proyecto de vida.
Esta
parte es crucial para saber qué debemos transmitir, cómo desde nuestro espacio
virtual podemos apoyar a familias que requieren de reencauzar su rumbo.
[1] Al respecto véase https://conflits.revues.org/2682. Armand
Mattelart et Antonia
GARCIA CASTRO, «Sociedad del conocimiento, sociedad de la información, sociedad de
control - Entrevista con Armand Mattelart»,Cultures
& Conflits [En ligne],
Inédits de Regards sur l'entre deux, mis en ligne le 15 novembre 2007, consulté
le 09 octobre 2016. URL: http://conflits.revues.org/2682
[2] Angenot, Marc, El
discurso Social, los límites históricos de lo pensable y lo decible, ed. Siglo
XXI, Argentina, 2010.
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