DEL
ABANDONO DE JOVENES
Colaboración
para el programa A Detalle en Global Media
17 OCTUBRE
DEL 2016.
En los
últimos días hemos estado hablando de un grupo de personas que son mayoría en
nuestro país y que son las personas jóvenes, que están en rangos de edad de
entre los 14 a los 29 años. Un grupo muy amplio de la población, que tiene que sortear
muchas dificultades hasta llegar a la vida adulta, entre otras la desmedida
adultocracia en la que estamos envueltos. Por supuesto que se están abriendo un
camino nuevo, pero esto no corresponde a todos los jóvenes, hay muchas
desigualdades por su condición de vulnerabilidad.
¿Qué
quiero decir? Las personas jóvenes tienen poco soporte para salir adelante en
un país en el que “les dejamos” su desarrollo con escaso apoyo para conseguir
empleo, para obtener becas, para independizarse; y buscan fugas de escape que
muchas de las veces están orientadas a la diversión, al alcohol, tabaco, drogas
y sexo, que le hace muy vulnerables a personas adultas depredadoras. Se les estigmatiza a las personas jóvenes, y se les
dan oportunidades limitadas para su impulso.
Hemos
visto que muchos y muchas jovencitas son fácilmente “conducidas” a realizar
acciones que están en contra de su voluntad y que las realizan con el fin de
obtener recursos económicos que les permitan acceder a los bienes que por su
edad y carencia de dinero no pueden. Por tanto se convierten en presa fácil de
enganchadores tanto para redes de trata como para la delincuencia, la venta de
estupefacientes y la comisión de delitos.
Tenemos
una población muy amplia de jóvenes, un cuarto del total de los habitantes del
país tienen entre 15 y 29 años de edad, lo que significa un gran reto para las
autoridades del gobierno en todos sus niveles para que desarrollen e implementen
políticas públicas, además de que se fomente una sinergía que conduzca a las
personas jóvenes a estar fuera de la vulnerabilidad que significa su edad:
En 2015, información de la
Encuesta Intercensal, mostró que el monto de la población joven de 15 a 29 años
en nuestro país ascendió a 30.6 millones, que representan poco más de la cuarta
parte (25.7%) de la población a nivel nacional. Del total de la población
joven, 35.1% son adolescentes (15 a 19 años), 34.8% son jóvenes de 20 a 24 años
y 30.1% tienen de 25 a 29 años de edad. [1]
Hay
varios aspectos que tenemos que observar, uno de ellos es la ocupación de las
personas jóvenes, identificar los usos qué hace de sus tiempos, cómo los
organiza, qué actividades extraescolares lleva, si ha desertado de la escuela
que se sepan las razones para evitar si esto obedece a qué puedan estar
viviendo una situación de acoso. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional
sobre el Uso del Tiempo de 2014, la actividad de los jóvenes de entre 15 y 29
años esta ver Televisión, revisar su email, redes sociales o el chat de
diversas fuentes, Messenger, Whats App, Instagram, entre otras, dedicando entre
9 y 8 horas a la semana.
Las
personas jóvenes tienen derecho a vivir una vida plena sin violencia y con
acceso a estudiar, a trabajar, a divertirse, con las garantías necesarias para
que con libertad lleve a cabo la actividad que requiera, sin el temor de que
pueda ser víctima de enganchadores o de depredadores, o de agresores. El Estado
tiene la responsabilidad de salvaguardar la integridad de todas las personas,
sobretodo las que se encuentran en situación de desventaja
Las
personas jóvenes tienen además que estar conscientes de sus derechos, denunciar
cuándo son víctimas de un delito de violación de derechos humanos, y además medir el riesgo, medir el tiempo, porque
no imaginan que hay personas que están pendientes de su vulnerabilidad y
asechando a quiénes pueden ser víctimas con mayor preponderancia. Aristóteles
señalaba que los jóvenes son pasionales refiriéndose a que la edad les hacía
aun tomar decisiones sin valorar las consecuencias que podrían desencadenar.
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