lunes, 5 de octubre de 2020

LAS NIÑAS NO SE TOCAN, por Gloria Serrato

 LAS NIÑAS NO SE TOCAN

Colaboración para Global Media

https://www.globalmedia.mx/articles/LAS-NI-AS-NO-SE-TOCAN

05 DE OCTUBRE DEL 2020

Las niñas no se tocan.

La población infantil sigue siendo la más vulnerable en cuanto a los efectos y los estragos de la pandemia de COVID19, hay un aumento en los niveles de estrés, de inseguridad económica, la limitación de movilidad, y el efecto es la violencia, quienes más lo recienten son las niñas, con actos de abuso físico, emocional, descuido, trato negligente, malos tratos, explotación, agresiones sexuales, y que desafortunadamente para el sano desarrollo de niños y niñas quienes los cometen son principalmente familiares, o amistades cercanas.

Hemos visto durante esta pandemia de COVID-19 es la parte más vulnerable y débil del confinamiento, estamos dejando en esta población la mayor de las responsabilidad para mitigar la propagación del virus.

Se consideró por quienes toman las decisiones y las estrategias de políticas públicas que al frenar la movilidad de miles de personas  todos los días al llevar y traer a los niños y niñas a los planteles educativos tendría un efecto positivo para disminuir la transmisión de la enfermedad.

Si bien es factor, lo cierto es que esto arrojó víctimas de violencia que tienen la desventaja de vivir en medio de una sociedad adulta que tiene poca conciencia sobre la urgente necesidad de protegerles.

La Pandemia detonó la violencia contra niños, niñas y adolescentes, desde años antes, la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia)[1] ya había conminado a los países que integran la ONU entre ellos México, en el documento “Observación General N° 13 del Comité de los Derechos del Niño”,  a que tuvieran criterios adecuados para la protección de las infancias, alertó que el hogar, y otros espacios como son la escuela, la comunidad, en entorno digital los niños y niñas se encuentran en condición de vulnerabilidad, y expuestos a sufrir y reproducir algún tipo de violencia.

Es complejo que una niña o un niño comenten a sus familiares qué les está ocurriendo, porque generalmente viven las personas agresoras en el círculo inmediato en el que se desenvuelven, no solamente es la coacción física mediante las amenazas o la intimidación, sino también la violencia psicológica en el que las personas agresoras les amedrantan, incluso les chantajean y les desmotivan a decirle lo que está pasando a sus cuidadores directos.

Más delicado es cuando se trata de un familiar consanguíneo y existe el temor de que todo se lo atribuyen a la fantasía y la ficción de las niñas y de los niños.

La UNICEF en la nota técnica sobre “Protección de la niñez ante la violencia Respuestas durante y después de COVID-19” advierte que “en esta contingencia, en México, se han registrado 115,614 llamadas de emergencia al 911 por incidentes como abuso sexual, acoso sexual, violación, violencia de pareja y violencia familiar” Los reportes aumentaron hasta en un 33 por ciento más que el año 2019.

Lo que nos habla de las dimensiones de aquello que no se conoce, esa denominada cifra negra.

Hemos visto que la violencia familiar tiene un efecto directo en las niñas y en los niños, porque testigos de esa violencia, además de víctimas directas de violencia física, psicológica, sexual, además las dificultades para pedir ayuda.

Estamos en una cultura en la que a los niños y las niñas se les tienen poca credibilidad, porque vivimos en un mundo adultocéntrico, en el que se les elimina cualquier posibilidad de que alerten sobre lo que les está ocurriendo, en muchas ocasiones las personas adultas se lo atribuyen a la “fantasía”, para evitar enfrentar los hechos contra los agresores, y se termina culpando a las niñas y niños de la agresión.

Dejemos de pensar que los niños y las niñas siempre van a decir situaciones de ficción eso es completamente falso, en el momento en el que no se le cree a los niños y a las niñas, se fomenta el crecimiento de ese entorno violento y se reproduce la violencia hacia ellos y ellas.

¡Las niñas no se tocan! Ha sido un estandarte de la lucha del activismo y del feminismo en México para visibilizar la dimensión de las agresiones sexuales hacia las niñas.

Si bien es cierto las agresiones en su mayoría provienen del entorno familiar, se han registrad casos en los que sin relación alguna simplemente por verlas en la calle, en sitios donde también son víctimas de explotación y que les obligan a pedir dinero para otras personas, hombres de diferentes edades les agreden física y sexualmente.

Tal es el caso que ocurrió en Puerto Vallarta donde un funcionario municipal fue detenido en flagrancia al agredir sexualmente a una pequeña de 10 años.

Enfrentamos no sólo la pandemia de COVID 19 sino también la dificultad para disminuir la cultura machista y misógina que envuelve a nuestra sociedad,

 



[1] UNICEF, Panorama Estadístico De La Violencia Contra Niñas, Niños Y Adolescentes En México, 2019, enlace recuperado el 05 de octubre de 2020 en https://www.unicef.org/mexico/media/1731/file/UNICEF%20PanoramaEstadistico.pdf

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