LENGUAJE Y VIOLENCIA EN TIEMPOS DE LA PANDEMIA
Colaboración para Global Media:
https://www.globalmedia.mx/articles/Lenguaje-y-violencia-en-tiempos-de-pandemia
13 ABRIL DE 2020
En memoria de Karen Lizbeth víctima de feminicidio,
localizad el 11 de abril.
Desde principios de enero hemos estado en alerta
frente a la información que se generó en China y posteriormente en Europa sobre
la propagación de un virus que luego se le denominó COVID 19 un coronavirus. A
partir de ahí hemos estado al pendiente y atentos al desarrollo de la
información sobre la propagación de esta pandemia que fue declarada a
principios de febrero como tal.
A medida que ha avanzado el tiempo y la información,
hemos conocido más sobre las formas de contagio y de propagación, pero también
nos ha llegado mucha información generada por fuentes no confiables; en materia
de información periodística nos llega por agencias de noticias en el mundo, por
canales de televisión, por periódicos; posteriormente generalizada en el lenguaje y
en el uso cotidiano a través de las redes sociales.
Conocimos por datos que nos ofrecían los gobiernos del
avance de la enfermedad de país en país a partir de la movilización de las
personas que son transeúntes del mundo. En semanas el lenguaje adquirió un
matiz que pudiera pensarse que se libraba una guerra mundial, incluso se dijo
que era la Cuarta Guerra Mundial, acompañada de imágenes de personas
fallecidas, implementando un counter de las cifras sobre casos sospechosos,
casos confirmados, casos recuperados y fallecimientos. ¿Qué escuchábamos? Cuando
en realidad el personal de salud de los gobiernos de diferentes países, de la
organización de Naciones Unidas, inetar frenar la pandemia y en encontrar una
vacuna.
Las palabras que hemos encontrado en los medios de comunicación para referirse a frenar la pandemia están relacionadas con: guerra, batalla, lucha, aliados, devastados, muerte, dolor, tristeza, estrés, pobreza, cadáveres y un largo etc. de palabras que se reproducen en videos de noticias, en vídeos de youtubers e influencers, en memes, en cadenas de WhatsApp.
Sabemos que las palabras programan nuestro pensamiento
y programan nuestra forma de percibir la realidad, nos formamos ideas a partir de lo que viven
las personas en otros países, reproduciendo situaciones, y por supuesto se generan muchas
incertidumbres cuando las autoridades nos advierten de la necesidad de guardar
Sana Distancia y de Quedarnos en nuestras casas.
En nuestro contexto, hemos visto que ese lenguaje
violento se va transformando en burlas, en reírnos de la tragedia, ese estilo
mexicano, primero fue y continúa reproduciendo que se la pandemia es solo parte
de una teoría de la conspiración, que no existe, que el Covid 19 es una
invención del gobierno, sobre todo de los países de primer mundo para acabar
con las economías de los países pobres. Esa forma de ver las cosas, de “A mí no
me va a pasar” los que se enferman son los otros, ha provocado que le llamado
de aislamiento se tome laxamente.
Los videos que se suben a redes sociales sobre
personas que evitan hacer caso al llamado de aislamiento, se inundan con
comentarios de odio, de discriminación, de racismo.
Esa cosmovisión de nuestro entorno tiene su reflejo en
el discurso, con un fuerte impulso y desarrollo en redes sociales, por un lado
es la doble moral en donde estamos a favor de las medidas sanitarias, pero por
otro lado se suben fotografías e imágenes de fiestas o reuniones en donde
participan grupos numerosos de personas. Comentarios en redes donde políticos,
actrices, actores, piden multas, castigos a a quienes salgan de sus domicilios.
Éstos días en redes sociales como Instagram, Facebook
, Twitter hemos vistos discursos incendiarios en donde las críticas suben de
tono hasta tornarse en temas que pueden ser muy personales.
Los tópicos violentos, es decir las palabras que sobresalen en el discurso por contener un sentido violento, nos debe llevar a la reflexionar y a pensar bien antes de emplearlas, todas las personas, periodistas, médicos, políticos, influencers, porque debemos llevar un discurso de tranquilidad frente a lo que podría ocurrir en nuestro país.
Dejar de utilizarla muchas de estas palabras que incitan o promueven a la violencia, cuando lo que se quiere es desacreditar al otro (sea político, funcionario público, etc.) es complicado porque aparte van acompañadas de imágenes, de rencillas, de pleitos, de pronto vemos en Twitter los comentarios en los que la gente se desborda con palabras deseándole la muerte a médicos enfermeras que fueron los primeros a quienes han sido atacados, a los políticos, a la gente que quiere guardar la distancia adecuada la distancia social.
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