MORTALIDAD MATERNA
Colaboración
para Global Media
15 DE
JULIO 2019.
La espera de una nueva vida es uno de los hechos más
significativos para una mujer, tener la posibilidad de engendrar un ser humano
trae también muchos sentimientos de esperanza, de aliento, cuando todo se
desarrolla de manera normal y en las condiciones familiares y de salud óptima. Sin
embargo muchas mujeres cuentan con una atención y apoyo desigual para gestar
una vida, lo que puede repercutir en mortalidad materna.
Noelia es una joven mujer potosina embarazada por
segunda ocasión, acudió con regularidad a sus consultas prenatales en su
comunidad perteneciente a un municipio semiurbano de San Luis Potosí, en
apariencia todo estaba conforme a los criterios médicos como normales; tuvo una
emergencia y fue traslada de hospital en hospital del sector salud intentando darle
la atención que requería, da a luz, y muere.
Según la Organización Mundial de la Salud como Noelia
cada día mueren mil 500 mujeres debido a complicaciones del embarazo y el
parto, la mayor parte de estas muertes podían haberse evitado.
Desafortunadamente los casos como estos son un tipo de violencia que atenta
contra los derechos humanos de las mujeres, entre ellos el acceso a la salud,
hay una brecha que se va haciendo más amplia entre las mujeres rurales y
urbanas, entre mujeres con poder adquisitivo y las que no lo tienen. Esto es un
factor importante para prevenir riesgos durante el embarazo, el parto y el
puerperio.
Según el informe del Observatorio de Mortalidad Materna
en México, al 22 de abril de este año en San Luis Potosí se reportaron 8
muertes maternas, mientras que a nivel nacional se registraron 207, siendo las
principales causas enfermedad hipertensiva (hipertensión arterial alta o preeclampsia),
edema (hinchazón) y proteinuria (desprendimiento de proteína a través de la
orina), en el embarazo, el parto y el puerperio, hemorragia obstétrica, y
abortos peligrosos. Con los cuidados prenatales elementales y las visitas
regulares para el seguimiento del embarazo, éstas enfermedades son
completamente prevenibles.
El estado de San Luis Potosí es la cuarta entidad con mayor
Riesgo de Mortalidad Materna (RMM)[1], por
la prevalencia de enfermedades que se reportan durante los controles prenatales
que se llevan a cabo en las clínicas y hospitales del sector salud; las
enfermedades que nos colocan a las mujeres en mayor vulnerabilidad en la etapa
del embarazo son las mencionadas líneas arriba y además enfermedades del
sistema respiratorio, sepsis puerperal que es una infección que se refleja en fiebre
generalizada, embolia obstétrica, entre otras. Hablar de un riesgo implica para
las autoridades del sector salud que asuman la responsabilidad de la atención
adecuada a las mujeres en condición de embarazo.
El embarazo, el parto y el puerperio es una condición
temporal de la mujer parte del ciclo reproductivo, por lo que es importante que
reciba la atención médica necesaria para evitar que se genere una muerte
materna. Según la Organización Panamericana de la Salud [2]los
riesgos pueden evitarse con una adecuada intervención de salud, como lo es la
planificación familiar, controles de embarazos saludables, así como la atención
del parto y puerperio por personal debidamente capacitado.
México ha asumido los Objetivos de Desarrollo del Milenio
(ODM), con el compromiso de recudir la mortalidad materna, sin embargo y a
pesar de los esfuerzos en materia de salud, de modificación de leyes, de
corregir y mejorar las rutas de atención, hay un amplio subregistro de
defunciones de mujeres por condición de embarazo y parto, lo que quiere decir,
es que no se registraron los fallecimientos de ellas mediante un certificado de
defunción, sino en ocasiones por causas diversas, lo que impide conocer el
avance en cuanto a la erradicación de la mortalidad materna.
Noelia es un caso no sólo de mortalidad materna, sino
de violaciones a derechos humanos por parte del personal de salud, al no
brindar la atención médica necesaria para garantizarle un control prenatal
adecuado, un acceso a atención médica especializada próxima, hechos que marcan la diferencia para que
estuviera con vida.
Las diferencias en la atención son reales, siguen estando
en mayores desventajas las mujeres que viven en las zonas rurales, semiurbanas
o urbanas con poco acceso al transporte adecuado, a estos aspectos debemos
agregar la edad, el nivel cultural, educativo, económico, de las mujeres que
mueren durante el embarazo o el parto.
Es urgente que se apliquen las rutas de atención ya
trazadas por la secretaría de Salud, es importante destacar que para saber qué
pueden llevar a cabo las diferentes autoridades del sector salud se llevó a
cabo un diagnóstico para identificar la problemática de las mujeres durante el
embarazo, el parto y el puerperio de la Zona Huasteca Sur de San Luis Potosí,
de este se derivó en un Protocolo con enfoque intercultural y de derechos
humanos, que debe ser extensivo, atendiendo cada particularidad geográfica ,
para toda la entidad.
[1] Observatorio
de Mortalidad Materna en México, Boletines de Mortalidad Materna, obtenido de
la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, enlace
recuperado en
http://www.omm.org.mx/index.php/indicadores-nacionales/boletines-de-mortalidad-materna/boletines-de-mortalidad-materna-2019
[2] Organización Panamericana de la Salud OPS, Salud
Materna, enlace recuperado en
https://www.paho.org/MEx/index.php?option=com_content&view=article&id=341:salud-materna&Itemid=387
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