martes, 6 de septiembre de 2016

DESIGUALDAD ECONÓMICA Y VIOLENCIA

DESIGUALDAD ECONÓMICA Y VIOLENCIA
Colaboración para el programa A Detalle en Global Media
05 SEPTIEMBRE DEL 2016.

El desarrollo de los países es diverso, desequilibrado y con una tendencia a incrementar la brecha de desigualdad. Este desarrollo ha generado el incremento en la pobreza de las personas y de los países. Sin embargo para saber en qué medida somos más pobres que antes hay muchas formas de tratar de averiguarlo. Para ello el banco Mundial desde 1990[1] en  trató de hacer una aproximación a lo que es la pobreza, basada siempre en el ingreso de las personas y su gasto en el consumo.

A la pobreza le han cambiado de nombre para tratar de modificar el impacto que tiene en todos los ámbitos de la vida de las personas, las personas pobres ahora son de bajos ingresos, y los países son desfavorecidos. Sin embargo, lo que queremos revisar y poner en la mente es que cada día se tienen condiciones que no favorecen un equilibrado desarrollo de todos y todas.

Los estudios sobre el tema han advertido que se tratan de hechos complejos multifactoriales.[2] Que nosotros los vemos todos los días en la manera de organizar nuestro gasto, satisfacer nuestras necesidades que van aparejadas al conocimiento, al desarrollo, hemos observado que la propia sociedad nos va dando pautas de consumo y que ahora mismo tiene que ver con un consumo cultural que no es accesible para todas las personas.

Las desigualdades en lo económico, tienen secuelas en lo individual y en lo colectivo. Ahora mismo en China se reúne el Grupo de los G20, Cumbre en el que los países más desarrollados analizan los problemas que tenemos y tratan de dar soluciones y establecer tiempos para que los países miembros de la Organización de Nacionales Unidas den los tiempos para sus cumplimientos. Es ahí en la que observamos la principal desigualdad, hay naciones que están ya velando por el interés colectivo de un medio ambiente saludable, mientras otro de los temas claves ha sido la guerra en Siria, las personas desplazadas, el crimen, la trata de personas, etcétera.

Estas desigualdades se han producido por los regímenes políticos de cada región del mundo. En la que el factor económico ha marcado todas las pautas para que las personas no puedan tener los satisfactores que le brinden la felicidad que se busca.

La carencia de un empleo digno que les permita a las personas poder desarrollarse en un mundo cada vez más interconectado, le genera una percepción de insatisfacción que le impide un sano crecimiento. De acuerdo con Sander Briocado [3]  a medida que las necesidades básicas no están satisfechas o no ven un beneficio directo, se produce una ausencia de motivación, que tiene como consecuencia evadir situaciones difíciles, abandonar metas y objetivos importantes en sus vidas.

Esta sensación que muchas personas tienen por la carencia de un ingreso adecuado, les lleva a la agresión, a buscar la manera de tener bienes a costa de recurrir a la violencia para obtenerlos. Los estudios que hay sobre la relación entre pobreza y violencia no son determinantes, lo que sí han observado los expertos, es el vínculo entre la frustración de las personas que se sienten desmotivadas para retomar sus metas y las acciones que luego llevan a cabo para obtener recursos.

La representación de las carencias económicas esta en las zonas urbanas y rurales. La migración es una de ella y que conlleva muchas acciones que lesionan la dignidad de las personas, porque se ha convertido en muchos casos en nuevas formas de esclavitud y maltrato. La deserción escolar por falta de dinero para continuar los estudios nos arrojan una sociedad que está dejando de prepararse para el futuro, y que podrá repercutir en personas con escasa preparación académica y cultural para hacerle frente a los retos de gobernarse y regirse.

Los delitos relacionados con la pobreza nos deben hacernos detener un poco pa repensar lo que hace cada uno de nosotros en el ámbito de sus competencias, revisar las acciones de gobierno, las políticas públicas que se llevan a cabo para incrementar el bienestar de las personas.

Poner el tema en la mente de las personas es importante para analizarlo y hablar de las consecuencias, quizá sin tener una respuesta para resolver muchas de las dificultades, pero si revisar lo que pasa en nuestras emociones y precepciones de la realidad a partir de los fenómenos económico que se dan, identificar que sí hay una sensación de vacío producido por la carencia de bienes que nos permitan estar en el mismo nivel que el resto de las personas.



[1] Cita en Violencia y pobreza una relación estrecha, JOSE M. TORTOSA en Papeles nº 50; 1994, pp. 31-38
[2] Rodríguez, Francisco, La pobreza como un proceso de violencia estructuralRevista de Ciencias Sociales (Ve) [en linea] 2004, X (enero-abril) : [Fecha de consulta: 5 de septiembre de 2016] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28010104> ISSN 1315-9518 
[3] La Pobreza como un probable factor que induce a la violencia, un punto de vista psicosocial, Sander Brocado, Betty en http://148.206.107.15/biblioteca_digital/capitulos/418-5673eku.pdf

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