DESIGUALDAD
ECONÓMICA Y VIOLENCIA
Colaboración
para el programa A Detalle en Global Media
05
SEPTIEMBRE DEL 2016.
El
desarrollo de los países es diverso, desequilibrado y con una tendencia a
incrementar la brecha de desigualdad. Este desarrollo ha generado el incremento
en la pobreza de las personas y de los países. Sin embargo para saber en qué
medida somos más pobres que antes hay muchas formas de tratar de averiguarlo.
Para ello el banco Mundial desde 1990[1]
en trató de hacer una aproximación a lo
que es la pobreza, basada siempre en el ingreso de las personas y su gasto en
el consumo.
A la
pobreza le han cambiado de nombre para tratar de modificar el impacto que tiene
en todos los ámbitos de la vida de las personas, las personas pobres ahora son
de bajos ingresos, y los países son desfavorecidos. Sin embargo, lo que
queremos revisar y poner en la mente es que cada día se tienen condiciones que
no favorecen un equilibrado desarrollo de todos y todas.
Los
estudios sobre el tema han advertido que se tratan de hechos complejos
multifactoriales.[2]
Que nosotros los vemos todos los días en la manera de organizar nuestro gasto,
satisfacer nuestras necesidades que van aparejadas al conocimiento, al
desarrollo, hemos observado que la propia sociedad nos va dando pautas de
consumo y que ahora mismo tiene que ver con un consumo cultural que no es
accesible para todas las personas.
Las
desigualdades en lo económico, tienen secuelas en lo individual y en lo
colectivo. Ahora mismo en China se reúne el Grupo de los G20, Cumbre en el que
los países más desarrollados analizan los problemas que tenemos y tratan de dar
soluciones y establecer tiempos para que los países miembros de la Organización
de Nacionales Unidas den los tiempos para sus cumplimientos. Es ahí en la que observamos
la principal desigualdad, hay naciones que están ya velando por el interés
colectivo de un medio ambiente saludable, mientras otro de los temas claves ha
sido la guerra en Siria, las personas desplazadas, el crimen, la trata de
personas, etcétera.
Estas
desigualdades se han producido por los regímenes políticos de cada región del
mundo. En la que el factor económico ha marcado todas las pautas para que las
personas no puedan tener los satisfactores que le brinden la felicidad que se
busca.
La
carencia de un empleo digno que les permita a las personas poder desarrollarse
en un mundo cada vez más interconectado, le genera una percepción de
insatisfacción que le impide un sano crecimiento. De acuerdo con Sander
Briocado [3] a medida que las necesidades básicas no están
satisfechas o no ven un beneficio directo, se produce una ausencia de
motivación, que tiene como consecuencia evadir situaciones difíciles, abandonar
metas y objetivos importantes en sus vidas.
Esta
sensación que muchas personas tienen por la carencia de un ingreso adecuado,
les lleva a la agresión, a buscar la manera de tener bienes a costa de recurrir
a la violencia para obtenerlos. Los estudios que hay sobre la relación entre
pobreza y violencia no son determinantes, lo que sí han observado los expertos,
es el vínculo entre la frustración de las personas que se sienten desmotivadas
para retomar sus metas y las acciones que luego llevan a cabo para obtener
recursos.
La
representación de las carencias económicas esta en las zonas urbanas y rurales.
La migración es una de ella y que conlleva muchas acciones que lesionan la
dignidad de las personas, porque se ha convertido en muchos casos en nuevas
formas de esclavitud y maltrato. La deserción escolar por falta de dinero para
continuar los estudios nos arrojan una sociedad que está dejando de prepararse
para el futuro, y que podrá repercutir en personas con escasa preparación
académica y cultural para hacerle frente a los retos de gobernarse y regirse.
Los
delitos relacionados con la pobreza nos deben hacernos detener un poco pa
repensar lo que hace cada uno de nosotros en el ámbito de sus competencias,
revisar las acciones de gobierno, las políticas públicas que se llevan a cabo
para incrementar el bienestar de las personas.
Poner
el tema en la mente de las personas es importante para analizarlo y hablar de
las consecuencias, quizá sin tener una respuesta para resolver muchas de las
dificultades, pero si revisar lo que pasa en nuestras emociones y precepciones
de la realidad a partir de los fenómenos económico que se dan, identificar que
sí hay una sensación de vacío producido por la carencia de bienes que nos
permitan estar en el mismo nivel que el resto de las personas.
[1] Cita en Violencia y
pobreza una relación estrecha, JOSE M. TORTOSA en Papeles
nº 50; 1994, pp. 31-38
[2] Rodríguez, Francisco, La pobreza como un proceso
de violencia estructuralRevista de Ciencias Sociales (Ve) [en linea] 2004, X
(enero-abril) : [Fecha de consulta: 5 de septiembre de 2016] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28010104> ISSN 1315-9518
[3] La Pobreza como un
probable factor que induce a la violencia, un punto de vista psicosocial,
Sander Brocado, Betty en http://148.206.107.15/biblioteca_digital/capitulos/418-5673eku.pdf
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