AUTOCUIDADO PARA LA INFANCIA
Colaboración
para Global Media:
https://www.globalmedia.mx/articles/Autocuidado-por-la-infancia
16
SEPTIEMBRE 2019.
Explicar a niños, niñas y adolescentes que es indispensable el
autocuidado requiere de hablarles sobre situaciones que cada día pasan en la
vida cotidiana, de sexualidad, de personas que pueden provocarles algún daño.
El autocuidado es una acción que debe estar siempre en primer plano y que va
acompañada de la confianza y de una comunicación muy estrecha entre todos los y
la integrantes de una familia.
¿Qué tipo de orientación debe un padre o una madre de familia dar a
hijos e hijas? Les decimos que se cuiden de riesgos en la escuela como puede
ser una caída, una lesión leve, un conflicto con compañeros, un piquete de
algún insecto, dolor de estómago, fiebres, nos parece que es lo indispensable que
les debemos decir para sepan qué hacer y cómo conducirse durante su estancia en
un plantel educativo.
Creemos que en este tipo de hechos pueden quedar todas las hipótesis que
podrán sufrir niños y niñas, sin embargo no es así, y debemos ampliar la
información que es ahora importante que tengan presente.
Las agresiones físicas, verbales, sexuales que también ocurren en
espacios virtuales como son las redes sociales a través de internet deben ser
un tema central en las familias como parte del autocuidado; la tecnología en
materia de comunicación da pasos muy acelerados que nos obliga a reflexionar
que también en esos espacios se busca lastimar y denigrar a las personas,
particularmente a los grupos más vulnerables.
En la atención a niños, niñas y adolescentes es crucial que se les dé un
trato como personas capaces de comprender su entorno y el impacto que puede
repercutir en sus vidas futuras.
Los niños, niñas y adolescentes deben crecer en un ambiente de bienestar
que permita un sano desarrollo de su personalidad, jurídicamente se hicieron
cambios importantes en legislación y creación de instituciones que pudieran
proteger a este grupo de personas de todas las formas de violencia.
Estamos en un momento en el que niños, niñas y adolescentes que han
vivido violencia, agresiones físicas, emocionales y sexuales, han comenzado el
consumo de sustancias tóxicas a edades muy tempranas. Convivimos en entornos
hostiles, difíciles para el sano crecimiento de nuestras nuevas generaciones,
por ello la importancia de que haya acciones concretas que incidan en cambios a
corto plazo.
¿Por dónde empezar? Sin duda por escucharles a niños, niñas y
adolescentes, como personas adultas debemos generar un clima de certeza para
esa generación en crecimiento, pero hemos visto van creciendo sin el
acompañamiento que requieren; Los padres y madres trabajan en turnos y jornadas
que les impiden tener tiempo de calidad con hijos e hijas, por lo tanto la
escucha hacia las situaciones que viven se convierte en algo inexistente en sus
entornos familiares.
Debemos empezar por aprender a escuchar, porque en ese marco es como las
personas agresoras de cualquier tipo de violencia hacia menores, se anidan. Por
ejemplo en agresiones sexuales, el Protocolo de Prevención del Abuso sexual
Infantil, elaborado por el DIF Nacional, advierte que se reproduce, se perpetúa
por la ley del silencio, por esa ausencia de escucha activa y eficiente que no
hacemos con las personas menores.
Los factores[1]
que aumentan la posibilidad de que niños, niñas y adolescentes vivan violencia
sexual, física y psicológica son: La carencia de información sobre sexualidad y
género, la marginación, la pobreza, las omisiones de cuidados, la discapacidad,
las drogas, el alcoholismo, la mendicidad y el uso inadecuado de las
tecnologías.
La información que debe recibir la infancia tiene que estar en relación
a que identifique a sus agresores, por ejemplo en abuso sexual el agresor más
frecuente es el padre, padrastro, hermano, primo, tío, abuelo; y en el entorno
fuera de la familia puede ser el conocido de la familia, un vecino, maestro,
conserje, ministro de culto, entrenador.
En el abuso sexual no siempre hay contacto físico, por eso es importante
que además se le brinde información sobre los usos óptimo de las tecnologías;
alertarles también, y estar pendientes nosotros como personas adultas, que hay
ciertas fases en la conducta abusiva de los agresores potenciales, como son:
seducción, la conducta abusiva, el secreto, posteriormente como se divulga y cómo
se retracta el agresor de tal modo que reprime y atemoriza a la niña, niño o
adolescente.
La violencia contra la infancia genera ansiedad, estrés, depresión,
fobias, dificultades para la formación de su identidad sexual.
[1]
Protocolo de
Prevención del Abuso sexual Infantil, elaborado por el DIF Nacional Enlace recuperado en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/306450/Protocolo_Prevenci_n_Abuso_Sexual_2017.pdf
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