lunes, 13 de marzo de 2017

¿SABEMOS DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES?

SABEMOS DE LOS  DERECHOS DE LAS MUJERES
Colaboración para el programa A Detalle en Global Media
12 MARZO DEL 2017

Durante la semana pasada y seguramente está, más mujeres, instituciones, organismos,  universidades, escuelas, hemos estado hablando de la violencia que se ejerce contra muchas de nosotras, hemos tratado de hacer visible que se ha habido esfuerzos continuos durante muchos años porque más mujeres sepan que tenemos los mismos derechos que los hombres.

Todas las acciones a favor de la promoción y además en ejercicio del derecho humano a saber, sobre los derechos que tenemos mujeres y hombres nos harán una sociedad que vaya alcanzando la verdadera paridad que se pretende, tal como lo señala la ONU con su lema para la conmemoración del 08 de marzo que es “Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de Género” [1],  Desde el 2015 México se comprometió a hacer tangibles las reformas a la Constitución de 2014  favor de la paridad y la igualdad.

Cada año pretendemos que más personas conozcan los derechos humanos de nosotras, y que también se sumen con acciones diarias en la vida privada para poner nuestro granito de arena en fomentar una sociedad más equitativa e  igualitaria. Por supuesto que no está tan fácil, porque hablamos de hacer cambios en las mentalidades de  hombres y de mujeres, y que todas las instituciones involucradas se sumen a ello.

Estamos en dinámicas de transición que van caminando al mismo tiempo, es decir las mujeres estamos avanzando en varias líneas, en la erradicación de la violencia, en un 50-50, en disminuir las brechas de desigualdad, en alcanzar la paridad en la vida pública y política, en tener mejores salarios, en tener las garantías de acceso a la justicia, es tener la atención médica necesaria que nos permita avanzar en el campo que nos del desarrollo que ansiamos.

Estas aristas nos han abierto muchos caminos y avanzamos no al mismo paso como nos gustaría. Eso quiere decir que están conviviendo simultáneamente todos, habemos grupos de mujeres que necesitamos apoyar para que resuelvan temas de violencia estructural en el entorno comunitario y familiar, pero también estanos ya apoyando que se eviten los temas de violencia política y esto de alguna manera provoca que parezca que vamos a un ritmo lento y quizá que nos paremos.

Hay grupos de hombres que quieren evitar el empoderamiento y que recurren sobre todo a estrategias discursivas en las que señalan que hay más leyes que nos dan espacios de poder público y político sólo por ser mujeres, cuando no es de esta forma, muchas mujeres estamos preparadas y nos ha costado más esfuerzo alcanzar grados académicos, o nos ha costado más obtener un buen empleo, porque seguimos en una cultura que nos asigna funciones por nuestra condición de género que retrasa muchos de nuestros proyectos.

Es indispensable girar nuestra mirada a la atención de las acciones en favor de la reeducación de los hombres. Durante varias décadas el trabajo organizado de las instituciones y sociedad civil ha estado orientado en concientizar a las mujeres de sus derechos y de la forma en cómo pueden alcanzar el empoderamiento, pero hemos dejado de lado a muchos hombres a los que sobre la marcha les hemos mostrado la vida sin los roles tradicionales que deben llevar y que crecieron sin estereotipos de relaciones de poder entre hombres y mujeres.

Es con los grupos de hombres con quienes debemos trabajar y desarrollar acciones que den cumplimiento a la Ley de una vida libre de violencia de las mujeres, así como a la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres, de tal modo que nos permita seguir avanzando en la prevención, erradicación y sanción de violencia contra las mujeres.

En los estos días hemos presenciado actos violentos contra mujeres que se encuentran en espacios políticos y públicos, y nos replantea los procesos de reeducación con los hombres. Un legislador por ejemplo, en esencia debe conocer su responsabilidad para actuar con perspectiva de género aun cuando no forme parte de su cosmovisión del mundo, o un servidor público, o un presidente municipal, o un líder sindical. Lo ideal es que quienes formamos parte de la administración pública sea natural la forma de incorporar por igual a hombres y mujeres.

Pero como hemos visto que esto no está siendo de este modo, es urgente que se reorienten las políticas públicas, las acciones y las estrategias de trabajo para que más hombres respiren igualdad y equidad, que se tome como algo natural en nuestras relaciones interpersonales, no sólo con hombres y con mujeres sino con personas de grupos o comunidades.

Estamos viendo un trabajo con perspectiva de género en los planteles educativos, desafortunadamente hay una disfunción palpable entre la educación que reciben niños y niñas, y lo que ven de las personas que les educan, sean los y las maestras o padre y madre dentro de los espacios de lo doméstico. Aún sigue registrándose una contradicción que nos lleva a avanzar lentamente para alcanzar la meta de la igualdad.

Las estrategias para la sociedad la debemos trazar entre todas las personas con mayor responsabilidad para el Estado porque tienen la obligación de cada una de las acciones que se realicen haya transversalidad de género.





[1] http://www.heforshe.org/es

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