MICROVIOLENCIA
Colaboración
para el programa A Detalle en Global Media
26 DE OCTUBRE
DEL 2015
La violencia es, según la Organización
Mundial de la Salud el “ uso intencional de la fuerza o el poder físico, de
hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad,
que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños
psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones” [1]
Se ha
estudiado como un fenómeno multifactorial en el que hay elementos biológicos,
sociales, culturales, económicos, y políticos que influyen en la generación de
la violencia. La organización Mundial de la Salud propuso un modelo de análisis
en el que se revisa desde cuatro niveles el individual, el relacional, el comunitario y el social.
Este
modelo sirve para tratar de medir, explicar y no repetir la violencia que se
ejerce contra muchas personas, sobretodo, por supuesto las más vulnerables, que
son mujeres, niñas, adolescentes, niños, personas de edad, indígenas, personas
con discapacidad, etc.. En el aspecto individual se investigó aspectos
biológicos para identificar si una persona se podría convertir en víctima o en
victimaria. Entre estos un factor importante es que una persona que ha sufrido
maltrato es más susceptible de convertirse en una persona que ejerza violencia.
En los
contextos comunitarios en donde ejercen violencia para las personas más
vulnerables, como son las escuelas, los lugares de trabajo, la comunidad, la
colonia, el barrio, es en donde se van reproduciendo los modelos de violencia y
se van naturalizando. Se justifica que una madre y un padre “eduquen “ a sus
hijos e hijas a base de maltrato físico y psicológico, se naturaliza que en las
relaciones de familia haya un maltratador o maltratadora como base para el buen
comportamiento o buena conducta. En las relaciones de pareja se le justifica
que el hombre grite, golpee y menosprecie a su pareja para que sea “obediente”.
Solamente
en el año 2 mil de acuerdo con datos de la OMS se registraron 520 mil personas
muertas a consecuencias de la violencia interpersonal, aquella que se ejerce
por una persona o un grupo de personas en contra de quienes considera más
débiles, esa cifra era de 8 muertes por cada 100 mil habitantes, a nivel
mundial. En México en 2014, datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública se
estaban registrando 700 homicidios por semana [2].
Sólo datos de violencia como consecuencia de actividades vinculadas al crimen
organizado.
De
este modo, vivir en un contexto violento, provoca una dificultad para identificar
que hay violencias “avaladas” por el entorno
y que para las mujeres, niñas y adolescentes no se gesta en un entorno
digamos neutral sino en un esquema patriarcal en el que las mujeres hemos
estado viviendo actos de represión de manera continua, sistemática e histórica,
por lo que hay violencias naturalizadas que a muchas mujeres y hombres les
cuesta identificar que están cometiendo o sufriendo violencias, porque hay costumbres, se mantienen ciertos usos que
limitan la libertad de las mujeres.
El
micromachismo concepto propuesto por el psicólogo Luis Bonino en 1995, es clave
para entender la microviolencia, porque se tratan de conductas sutiles y
cotidianas que son estrategias de control
que atentan contra la autonomía de las mujeres que pasan inadvertidas
porque las legitima el entorno social en el que vivimos. Esa definición de
microachismo, nos ayuda a entender cómo se ejercen actos de microvioloencia
contra las mujeres.
Un
acto de microviolencia es cuando responsabilizan los hombres a las mujeres del
cuidado doméstico, aprovechar el rol de cuidadora, delegación de la
responsabilidad para el cuidado de ciertas personas, naturalización de la
“ayuda” del hombre en las actividades relacionadas con la vivienda. El
silencio, el asilamiento manipulador, los engaños y mentiras, la puesta de
límites, la inclusión de terceros, el paternalismo, comunicación ofensiva y
defensiva, control del dinero, Darse tiempo. [3]
Esta
estructura de violencia sutil, está lastimando nuestro entorno y no acaba de
erradicarse. La ONU estableció 16 medidas para poner fin a la violencia contra
las mujeres, entre otras ratificar los tratados internacionales, adoptar y
cumplir las leyes, crear planes nacionales y locales de acción, hacer la
justicia accesible para las mujeres, poner fin a la violencia sexual en los
conflictos, garantizar los servicios básicos, difundir información sobre estudios
de violencia de género, mejorar la autonomía económica de las mujeres, entre
otros [4]
[1] http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/67411/1/a77102_spa.pdf
[2] http://www.excelsior.com.mx/opinion/martin-moreno/2014/07/29/973354
[3] http://www.um.es/analesps/v24/v24_2/18-24_2.pdf,
Los micromachismos o microviolencias en la relación de pareja
[4] http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/end-violence-against-women/2011/16-steps-policy-agenda,
16 medidas para poner fin a la violencia contra
las mujeres - See more at:
http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/end-violence-against-women/2011/16-steps-policy-agenda#sthash.2JKfqrkz.dpuf
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