EL
LENGUAJE Y LA EXPLOTACIÓN SEXUAL
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DETALLE de GlobalMedia
La forma en cómo expresamos nuestras ideas y nuestros
sentimientos han marcado las diferencia de género. Los padres y madres
utilizamos un lenguaje diferente desde que son pequeños nuestros hijos y
nuestras hijas. Nos referimos con delicadeza discursiva para referirnos a las
niñas y cuando se trata de un varón somos rudos.
Les enseñamos con cada una de las palabras que emitimos el
comportamiento y la conducta que habrán de seguir a lo largo de su vida, además
de que el contexto lingüístico en el que estamos inmersos se los refuerza. Las
diferentes corrientes teóricas de adquisición del lenguaje nos advierten que
hay un proceso cognitivo en la manera de apropiarnos del lenguaje, pero que sin
duda es determinante para la significación el contexto que nos rodea.
Esa forma de expresar nuestras ideas nos ha conducido a
establecer diferencias muy claras de lo que debe ser el hombre y de lo que debe
ser la mujer de acuerdo al rol biológico que se le ha asignado a lo largo de la
historia. Esa formación educativa que venimos arrastrando nos conduce a pensar
que es natural y normal que una mujer tenga determinadas funciones en la
sociedad y en la familia por su condición biológica de engendrar vida, y desde
ese mismo modo observar con naturalidad que el hombre cumpla con una función.
A la hora de educar a nuestros hijos e hijas es muy
importante que no reciban mensajes contradictorios, por una parte que en el
hogar, en la familia tengamos muy claro evitar situaciones de inequidad y de
sexismo, y que por otro lado en la escuela o en el espacio en el que pasan una
buena parte de su tiempo, el mensaje sea sexista, y que además las conductas de
las personas con las que conviven se manifiesten en denostar la imagen de la
mujer y asociarla a las actividades domésticas.
El sector educativo tanto el público como el privado han
introducido en sus asignaturas transversales un lenguaje no sexista, con
contenidos que orientan hacia la equidad y la responsabilidad de construir una
realidad justa para hombres y mujeres.
En sexto año de primaria están revisando artículos
periodísticos de casos específicos como el de Eufrosina Cruz que fue electa
alcalde de Quiegolani en Oaxaca, pero que por ser mujer le quitaron el triunfo
" (
)En 2007, Cruz
Mendoza buscó ser alcalde de su municipio, sin embargo, el sistema político de
usos y costumbres local impedía a las mujeres votar o ser votadas En los comicios, la asamblea local invalidó
los votos a su favor, por lo que Eufrosina no pudo convertirse en presidenta
municipal” [1]
Es muy interesante que estos temas los revisen alumnos de
este nivel escolar, es un tiempo muy valioso para que adquieran conocimiento
sobre los prejuicios, estereotipos y costumbres, y que lo contextualicen en
ejemplos concretos que puedan apreciar en una dimensión real.
La justicia en el discurso para alcanzar una sociedad más
equitativa debe ser una práctica permanente y continua. Sin embargo muchas
personas utilizan el discurso de género y equidad para ocupar puestos públicos
y estar en una especie de Top Ten de lo políticamente correcto, y que dificulta
que se puedan visibilizar los problemas que aún aquejan a mujeres de nuestro
entorno inmediato.
Es importante que más mujeres y hombres con una formación de
equidad de género sean las que estén al frente de las actividades de gobierno,
que sean incluyentes, que vean sin discriminación a las personas. Esto se ve
con mucha claridad en el caso de los diputados federales del Partido Acción
Nacional y la supuesta fiesta privada que tuvieron.
Es desalentador para nosotras como mujeres que observamos
problemas de discriminación en mujeres, de trata, de violaciones, abusos,
explotación sexual, laboral y un largo etcétera, que los diputados sigan
observando a las mujeres como objetos.
Los políticos hombres no deben ampararse en el terreno de lo
privado, para poder fomentar y apoyar la inequidad de la mujer. Deben ser
transparentes y libres de prejuicios para promover leyes a favor de la equidad
e igualdad.
Ya hemos visto ejemplos de estas situaciones con políticos de
los diferentes partidos políticos, corrientes ideológicas y parece que
efectivamente coinciden en cómo nos ven y como entonces no trabajan en promover
derechos igualitarios,
Sino por el contrario.
[1] http://www.adnpolitico.com/perfiles/e/eufrosina-cruz-mendoza,
entrevista. Consultada el 04 de febrero del 2014
La forma en cómo expresamos nuestras ideas y nuestros sentimientos han marcado las diferencia de género. Los padres y madres utilizamos un lenguaje diferente desde que son pequeños nuestros hijos y nuestras hijas. Nos referimos con delicadeza discursiva para referirnos a las niñas y cuando se trata de un varón somos rudos.
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