FEMINICIDIO INFANTIL
Colaboración
para Global Media:
https://www.globalmedia.mx/articles/Feminicidio-infantil
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JULIO DEL 2020
A Mía Guadalupe y todas las niñas que han vivido y
sufrido violencia extrema.
La violencia contra las mujeres y las niñas es una
violación de los derechos humanos más graves, se trata de actos de
discriminación y que nos pone a todas en una condición de vulnerabilidad y
desventaja, eso lo hemos mencionado retomando los acuerdos emitidos por la ONU
que México ha firmado. La expresión más delicada es un ataque violento hacia la
infancia deja secuelas imborrables y que condicionan su vida futura, y en la
forma más cruenta hablamos de feminicidio infantil.
A lo largo de la vida de una mujer, en su mayoría ha
tenido eventos de violencia, menos graves o más graves, con violencia física,
con violencia psicológica, porque se tiene arraigado en nuestro contexto que
las formas para educar y corregir a niños y niñas en general, pero
particularmente a las niñas es con un manazo , con un grito, con castigos, y
tenemos como resultado que ese esa violencia se va normalizando. Pero además es
una situación que está muy arraigada y que se ha tolerado.
El contexto en el que se desarrolle en una niña es muy
importante para que no vea la violencia como algo natural. Vamos a poner un ejemplo, una mujer de 18 años
de edad, que hoy es mamá, que vivió violencia física, psicológica y sexual durante
su infancia, su adolescencia, que se embaraza siendo aún adolescente, tiene
mayores posibilidades de ejercer violencia contra su hija, porque a la edad de
16 años ninguna adolescente desea embarazarse. Pero no les damos opciones para
evitarlo, y las culpamos, les obligamos a que quieran un nuevo ser que no desean.
La violencia contra las mujeres es una espiral.
Esta joven madre de 18 años tiene ya condiciones
previas para educar a su hija de manera violenta, esto puede evitarse
atendiendo de manera inmediata a una niña que es víctima de agresiones
sexuales, de violencia física, verbal, económica, psicológica, para poder cambiar el rumbo de la toma de sus
decisiones cuando sea adolescente.
Este contexto es uno de los panoramas más frecuentes
que se presentan no solamente en nuestra entidad, en nuestro país, sino en el
mundo en general.
Una mujer que ha vivido violencia desde la infancia va
a reproducir estos patrones si no recibe la atención necesaria para poder
cambiar su forma de concebir de relacionarse con sus futuras parejas. Porque la
violencia contra las niñas no distingue edad, condición social, la religión,
identidad de género, orientación sexual, están expuestas y son más vulnerables.
La sentencia emitida por la Corte Interamericana de
los Derechos Humanos (CIDH) denominada González y otras “Campo Algodonero” que
se dictó en noviembre de 2009, dio una serie acciones que debía realizar el
Estado mexicano para erradicar la violencia contra las mujeres y contra las
niñas. Este documento es la base para los cambios que ha hecho nuestro país
para atender a las víctimas en materia de acceso a la justicia de las niñas y
de las adolescentes.
En este caso, en esta sentencia de la Corte, dos de
las víctimas eran menores de edad y se ordenó al Estado mexicano que se
llevaran a cabo acciones concretas para evitar que más niñas y adolescentes sufrieran
los efectos de la violencia en su expresión más grave que es el Femincidio, una
de esas acciones es la Alerta Alba
De acuerdo con datos de la Red por los derechos de la
infancia en México en 2019 se presentaron ocho Feminicidio de niñas al mes, Con
una cifra de 98 niñas asesinadas por la sola razón de ser mujeres, esto nos da
como cifras que aumentó un 96% este delito en los últimos cinco años.
En el informe emitido por la organización de Naciones
Unidas, ONU mujeres en diciembre del año pasado de 2018 denominado violencia y
feminicidio video de niñas y adolescentes en México, nos muestra un panorama en
el que es importante que nos sentemos a reflexionar sobre otros temas
colaterales relacionados a la violencia contra las niñas y las adolescentes.
Echemos un vistazo a la violencia desde la infancia no
solamente con las niñas sino también con los niños pero que se recrudece con
las mujeres, que es la disciplina violenta para los procesos educativos que ejercen
padres y madres, la impunidad en la violencia sexual familiar y no familiar de
las niñas y adolescentes, se sigue sin creerles a las niñas que un familiar
directo o un amigo cercano ha ejercido agresiones sexuales.
La normalización del amor romántico para seducir a las
adolescentes por parte de hombres adultos en donde se cometería otro delito que
se llama estupro, y la información no adecuada que se les da a las niñas y a
las adolescentes en relación a la sexualidad.
Éstos elementos de educación que están relacionados
con la educación no solamente de los padres y de las madres hacia niñas y
niñas, sino en nuestro contexto cultural que seguimos reforzando las prácticas
de sometimiento de las personas menores hacia los adultos.
Están otros factores que al Estado para que implemente
o haga efectivas las leyes que ya existen, en materia de educación para evitar
la deserción escolar de niñas y adolescentes, revisar qué está pasando con el
abandono escolar, echarle una mirada a la ocupación y al trabajo infantil,
dejar de ver el embarazo precoz como una decisión tomada por una niña o por un
adolescente, revisar los elementos de pobreza en este grupo poblacional.
Si bien es cierto que tenemos un marco normativo en el
que se han plasmado los diferentes instrumentos internacionales sobre los
derechos de las niñas y las adolescentes, lo cierto es que seguimos en deuda.
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