CONGRUENCIA
Y ÉTICA EN EL SERVICIO PÚBLICO
Colaboración
para el programa A Detalle en Global Media
31 OCTUBRE
DEL 2016.
Todo ¿está mal? El discurso juega un rol
fundamental para construir la realidad que nos rodea, es determinante para que
nos formemos una opinión sobre situaciones. Este fin de semana discutimos la
importancia del discurso, de su análisis, de su construcción y de cómo se
carece aún en estas fechas de una perspectiva de género.
La discusión se dió en el marco de un curso
para un grupo entusiasta de estudiantes de la especialidad de mercadotecnia
política de la UAM Xochimilco, hablamos de devolverle a la política la esencia
de tener un soporte ético, un código deontológico que nos permita la
congruencia entre lo que se dice y lo que se hace. Los expertos en mercadotecnia
política no tienen la responsabilidad completa de las promesas incumplidas de
legisladores, funcionarios públicos, políticos, y de aquellas personas que
contratan sus servicios.
Estamos en una interface que no vislumbra con claridad
los fines que persigue la clase política, ¿Cuáles son los objetivos que quieren
alcanzar? Todo lo podemos construir con el discurso menos la congruencia y la
ética, podemos decir que la tienen pero si entre lo que se dice, lo que hace y
lo que se cumple o no, hay un trecho que se convierte en una brecha que los
mercadológos no pueden remediar con una estrategia comunicativa.
Estamos proponiendo que la clase que dirige
nuestros destinos civiles no intente construirnos una realidad inverosímil, que
la verdad sea el elemento que mueva las acciones. Esto suena más a una utopía
que a una acción que se pueda poner en práctica. Es el reto que vislumbran
quienes están preparándose para dirigir campañas políticas, oficinas de
comunicación social, etc., tiene que ver con devolver a la política el sentido
del servicio público, cambiar la idea y percepción que se tiene de diputados,
diputadas, senadores, senadoras, personas servidoras públicas, que tienen una
imagen pública que poco abona a modificar la idea que se tiene de corrupción y
tráfico de influencias.
También vimos desde la perspectiva de análisis
del discurso ejemplos de prácticas inadecuadas que están llevando al descrédito
a autoridades y personas que se dedican a la política, realizan acciones que desatienden
las necesidades de la población, y ese alejamiento ha llegado a tal punto que
la imagen se toma sólo como la parte de una estrategia de mercado.
La imagen política juega un rol fundamental en
el desarrollo de una estrategias para acercar a los políticos a la población y
que puedan llegar de manera más rápida a más personas, la imagen de candidatos
y candidatas apuestos de elección es el eje de cualquier campaña:
“(…) la imagen es mucho más que su apariencia
física o superficial. Es el conjunto de percepciones que generan no sólo los
aspectos visibles de la persona (rasgos, estética, vestimenta, postura, gestos,
miradas, peinado), sino también sus actitudes, su estilo de comunicación, su
pasado, sus ideas y sus contextos de pertenencia familiar, profesional y
partidaria”. [1]
Lo estamos observando en el proceso electoral
de los Estados Unidos en la que la candidata Hillary Clinton se ha enfrentado a
un discurso negativo por parte de su opositor, con comentarios misóginos y
machistas que dejan ver la parte conservadora del vecino país. Es claro que la
estrategia de mercado puede ser muy buena y creativa pero si la persona que se
dedica a la política no es congruente con las acciones que lleva a cabo y el
discurso que ofrece a su audiencia, difícilmente alcanzará la imagen deseada.
Como sociedad nos hemos cansado de que nos
ofrezcan acciones como parte de cambios para progresar, desarrollarnos, crecer,
cuando sólo se trata de estrategias no engranadas con lo que todos los días
vivimos las personas. La congruencia es un valor que se ha perdido, que
continua en picada y que se reproduce cada vez que los medios dan cuenta de las
actividades al margen de la ley.
El discurso construye una realidad y ese
discurso que está en el ambiente refiere políticos que se perciben como
personas corruptas y carentes de ética. El trabajo del Mercadotecnia sería más
contundente cuando sólo sirviera para reforzar la congruencia entre lo que se
dice y lo que se hace.
[1] MARTÍNEZ Pandiani,
Gustavo, Marketing Político, Campañas, medios y estrategias electorales,
editorial Ugerman, 2004, Buenos Aires, Argentina.